Bermeo homenajeará a sus gudaris en el 85 aniversario de la batalla de Matxitxako

La iniciativa, que se enmarca dentro del 85 aniversario de la batalla de Matxitxako, servirá para ensalzar la figura de los combatientes, así como para «poner en valor la identidad de nuestro pueblo y dar a conocer duros episodios de nuestra historia pasada para que no se repita», manifestó Abaroa.

El programa de actos, no obstante, comenzará el próximo jueves con la proyección del documental 'Matxitxako' de la mano de la asociación del mismo nombre. La cinta, dirigida por Jesús Lacorte y Oihane Pardo, pone el foco en la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi, creada por el Gobierno vasco para apoyar la defensa en el Cantábrico. La cita será en la sala Nestor Basterretxea, a las 19.30, y la entrada será gratuita.

Al día siguiente, el Museo del Pescador del municipio costero acogerá la conferencia del historiador Iñaki Goiogana, bajo el título 'Matxitxakoko bataila eta memoria. Ángel Ituarte gudari bermeotarraren ibilbidea'. La charla comenzará a las 19.00 horas con entrada libre hasta completar aforo.

El acto central del sábado día 18 comenzará a las 10.30 horas en la Goiko plaza. En ese momento, se procederá al izado de la ikurriña frente al Ayuntamiento, así como al descubrimiento de una placa conmemorativa en recuerdo de los gudaris y milicianos locales, que se exhibirá en la fachada de la Casa Consistorial.

El homenaje contará con la participación de las agrupaciones Bermeoko Abesbatza, Alkartasuna Dantza Taldea y Bermeoko txistulariak. Asimismo, al acto acudirá también el único testimonio vivo de la Batalla de Matxitxako, Juan Azkarate, «que casualmente ese mismo día cumplirá 100 años», subrayó el primer edil.

Azkarate ingreso como voluntario en la Marina Auxiliar de Guerra de Euzkadi cuando todavía era «un chaval». Le tocó cubrir labores de camarero en el bou 'Araba', uno de los cuatro bacaladeros reconvertidos en buques de guerra –Bizkaya, Gipuzcoa, Nabarra y Donostia– en la que embarcaron un cuerpo de hombres formado por arrantzales. El bermeano se libró de morir en la batalla de Matxitxako, contra el crucero franquista Canarias, porque la casualidad quiso que su pesquero se encontrara aquel 5 de marzo de 1937 en reparación.