Amarristas del puerto de Lekeitio confían en recuperar antes de fin de año el suministro de combustible

Los usuarios del puerto de Lekeitio confían en recuperar antes de fin de año el servicio de suministro de combustible que se encuentra interrumpido desde los últimos días del pasado mes de agosto. El motivo es el plan de modernización de las instalaciones que acomete el Gobierno vasco con una inversión económica de 293,5 mil euros.

«Nos arreglamos como podemos», han reconocido miembros de la asociación de amarristas agrupados en Leakai. «Algunos optan por acudir a otros puertos cercanos, mientras que otros recurren a las gasolineras», han señalado. «Esperamos que las nueva estación se encuentre operativa antes de fin de año», han detallado.

Aunque en un principio el plazo de ejecución fijado por Euskadiko Kirol Portuak (EKP), entidad que se encarga de gestionar y ejecutar las obras, era de tres meses durante el proceso de adjudicación valoró la reducción a 45 días planteada por la firma Ekin, que se encarga de los trabajos. La empresa vizcaína ha preferido no realizar valoraciones.

Los amarristas, por su parte, se muestran convencidos de «que la espera merecerá la pena porque mejorará el servicio de manera notable», han destacado.

La intervención persigue adecuar las instalaciones a la normativas en materia de almacenamiento y venta de combustible al por menor, además de ganar en seguridad y cuidar el medio ambiente, especialmente en lo referido a los vertidos que hasta ahora iban al mar y en lo sucesivo se desviarán a la red de saneamiento.

En la actualidad, el gasóleo es el único hidrocarburo que se suministra en la dársena deportiva y sólo de manera manual. «Es un sistema muy rudimentario que exige la presencia de miembros de la asociación Leakai para atender a las embarcaciones», según el Ejecutivo autonómico.

Además, el espacio donde los usuarios realizan labores de mantenimiento carece de colector para los vertidos líquidos. «Por lo tanto, toda la pintura que se desprende cuando se les aplica agua a presión o cualquier fluido como aceite del motor cae al agua del muelle», detalla el plan.

Hasta ahora, el puerto tampoco cuenta con ningún sistema en su perímetro para la recogida de posibles fugas, requisito indispensable por ley. Para resolver esas carencias, el plan ha incluido colocar un depósito enterrado junto al ya existente con capacidad para 10.000 litros de gasolina 95.

De esta manera, se podrá atender a dos embarcaciones de manera simultánea, ofrecerá la opción de suministrar gasolina –un combustible cada vez más extendido entre las nuevas unidades– y pasará a ser de autoservicio. Las obras se completarán con un sistema de recogida de aguas hidrocarburadas y de tratamiento para conectarlo a la red general.

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