Cruzada para salvar in extremis una merlucera en Bermeo

De momento, la respuesta obtenida ha resultado nula. «Ninguna administración ni institución se ha mostrado interesada», señalaron fuentes cercanas a los armadores. La posibilidad de ver cómo desaparece en un par de días ha soliviantado los ánimos de expertos, historiadores y vecinos de la villa marinera. En un escrito respaldado por todos los partidos de la oposición en el Consistorio -timoneado por EH Bildu-, investigadores entre los que figuran Juan Antonio Apraiz y Aritz Arrizabalaga y divulgadores como Robert Ugalde, urgen a adoptar las medidas necesarias para paralizar su destrucción. «Prácticamente no tenemos tiempo porque está previsto que comiencen a desmantelarlo el martes. Hace falta una actuación rápida y urgente», recalcan. En esa misma línea, instan a realizar «el máximo esfuerzo para mantener un elemento clave de nuestra cultura, construida además en la propia villa marinera».

De popa redonda y proa curva muy lanzada, donde lleva tallado el escudo de Bermeo, el casco del Gure Itxarkundia está construido con diversos tipos de madera, entre las que figuran roble, pino y eucalipto, resistentes a la putrefacción. En la actualidad, presenta un buen estado de conservación. «Pese a carecer aún de un estudio de viabilidad económica», su mantenimiento no parece a priori inasumible, aseguran los responsables de la iniciativa. «Nos quedamos maravillados y asombrados de que, por ejemplo, la flota inglesa mantenga barcos de hace siglos y nosotros seamos incapaces de salvar la última merlucera de madera», recalcaron. «Debemos evitar a toda costa que tenga el mismo destino que el Playa de Ondarzabal de Lekeitio», insistieron.

Atunero Ortube

De momento, el Consistorio de Bermeo no ha mostrado su disposición a quedarse con el Gure Itxarkundia. Entre las razones argumentadas destaca la titularidad de otro pesquero, el Ortube, propiedad municipal desde 2003, cuando fue adquirido con el objetivo de convertirlo en un centro de interpretación del sector de bajura mediante una escuela orientada a la reinserción social de jóvenes con problemas.

En la actualidad, permanece fondeado en la dársena sin que hasta el momento se le haya dado uso alguno. Hasta hace varios años, su única función era trasladar la comitiva municipal del Ejecutivo bermeotarra hasta Elantxobe el día de la Magdalena. «No hay una respuesta oficial, pero nos han trasladado que ya tienen suficientes problemas con el atunero», lamentaron al tiempo que apelaron a que «se involucren» otras instituciones.