El corazón de Deusto acogerá la mayor residencia para estudiantes de Euskadi
El Ayuntamiento de Bilbao da licencia de obras a un complejo de 572 habitaciones, un 31% de las cuales se podrán usar también como hotel
Desde que Juan Mari Aburto es alcalde no se ha cansado de remarcar su empeño en potenciar el perfil de Bilbao como ciudad universitaria. Y, ... poco a poco, ese objetivo se va cumpliendo. La regeneración urbana de la villa y, en especial del entorno de la ría, ha multiplicado su atractivo para el asentamiento de nuevas facultades públicas y privadas. Y junto a ellas, o mejor dicho detrás de ellas -o incluso delante, según se mire, porque algunas han elegido hacerlo en Zorrozaurre, llamada a ser «la isla del conocimiento» por la acumulación de centros educativos que acogerá-, las residencias de estudiantes se han puesto de moda. La última en llegar -la segunda tras la que ya se está construyendo sobre la estación Bilbao Intermodal de Basurto y a la que se sumará una tercera en Txurdinaga- es la promovida por el grupo Moraval en Deusto y será la más grande de Euskadi. Un total de 572 plazas, todas individuales, si bien el 31% tendrán calificación doble de modo que, además de alojamiento para universitarios, esas 176 camas podrán utilizarse como hotel. Deberán estar a disposición de los primeros usuarios en junio del próximo año.
Álvaro Soto, director general de la promotora, destaca que el proyecto «ya está en marcha» después de que el Ayuntamiento de Bilbao aprobara el pasado 3 de febrero la licencia de obras para ejecutar el plan que, precio del suelo y honorarios profesionales incluidos, tendrá un coste total de 44 millones de euros. Se levantará en el solar del antiguo colegio Ibaigane -derribado a mediados del año pasado-, debajo del parque de Sarriko, junto al campo de fútbol Etxezuri y el complejo educativo de los Salesianos. Y no será un solo edificio sino dos grandes construcciones perpendiculares entre sí y, a su vez, divididas en seis bloques escalonados -cuatro y dos, respectivamente- de planta baja y hasta ocho alturas.
El arquitecto responsable del diseño del complejo, Iñaki Aurrekoetxea, -en colaboración con su hijo Asier- remarca que se ha elegido finalmente esta estructura para salvar la acusada pendiente de un terreno que, desde su punto más bajo en la Avenida Madariaga, «tiene 20 metros de altura hasta Etxezuri Bidea». «Así logramos aprovechar la edificabilidad, 15.000 metros cuadrados, evitando al máximo profundizar en las excavaciones, ya que los sótanos no pueden ser habitables y el objetivo de la promotora es rentabilizar al máximo el espacio disponible para habilitar habitaciones», añade.
El grupo residencial estará formado por seis bloques de ocho alturas divididos en dos hileras de edificios
16 metros cuadrados
El resultado, según puntualiza Álvaro Soto, serán unos «miniapartamentos individuales» de 16 metros cuadrados útiles que, además de cama y baño, incluyen «una cocina de 3,20 metros de longitud, un escritorio potente y estándares de calidad similares a los de un hotel de cuatro estrellas». Precisamente respecto al uso hotelero que tendrán 176 habitaciones, que se ubicarán en los dos bloques situados más a la izquierda de la zona de entrada -en ambos caso por la Avenida Madariaga-, el director general de Moraval puntualiza que, si la demanda de estudiantes supera a la oferta de camas del resto de alojamientos, «se les alojará aquí con las mismas condiciones».
Sin embargo, la doble calificación permite diversificar y optimizar los usos, «ya que se pueden destinar a otros usuarios, desde madres y padres que viene a visitar a sus hijos alojados aquí, a estudiantes más temporales, de solo unos meses como son muchos que vienen a aprender idiomas o a cursos formativos específicos». Y, por supuesto, también turistas.
Gimnasio y zona de ocio
El complejo, además, incorporará en sus bajos multitud de servicios comunes para los residentes. Desde comedores y áreas específicas de lavado de ropa a «bibliotecas, salas de estudios y de estar, zonas de juegos y gimnasio». El espacio que separará ambos edificios, además, se convertirá en una amplia zona de ocio para disfrute de los propios usuarios, «con un total de 2.500 metros cuadrados reservados a espacios libres y jardines».
Iñaki Aurrekoetxea subraya que la solución adoptada para garantizar la movilidad entre plantas por los cuatro bloques del edificios más largo del complejo residencial también ha sido singular. «Habrá dos núcleos de ascensores, uno más al principio y otro al final, que permitirán desplazarse por todas las plantas por el interior de la construcción», apunta el arquitecto.
Además, para romper con la monotonía de una estructura arquitectónica similar en las fachadas, se utilizarán colores distintos. De esta forma, «cada bloque quedará singularizado rompiendo la sensación de una única fachada excesivamente larga».
En su contexto
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351 camas tendrá la residencia que se levanta sobre la estación Bilbao Intermodal. El edificio debería estar terminado en verano de este año.
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Edificio en Txurdinaga Además de la de Deusto y Basurto, también está previsto que se levante una tercera residencia en Txurdinaga, en la zona del colegio Alemán y la ikastola Begoñazpi. Pero todavía no hay plazos de construcción.
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Inversores extranjeros Seis fondos internacionales de EE UU, Francia, Reino Unido e incluso Dubái están rastreando edificios y solares libres en la capital vizcaína , donde ven una clara oportunidad de negocio a medio plazo.
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