El contenedor amarillo se usa mal

Bizkaia cuenta con más de 6.500 contenedores amarillos que son identificados como 'los de los plásticos' por el imaginario colectivo, pero se trata de un error. Admiten bolsas, envases y tapones plásticos y de otros materiales. Por eso, es frecuente que la gente deposite allí desde cubos a tápers viejos, hasta juguetes rotos o incluso cepillos de dientes usados o platos y cubiertos de usar y tirar, cuando este tipo de objetos deben ir en la bolsa de la fracción resto, que en nuestro caso se dirige a Zabalgarbi y en otras provincias, al vertedero. Cintas, estuches, biberones, ciertos envoltorios, como los de los medicamentos, o incluso las cápsulas de café –si tienen posos dentro– no se pueden tirar aquí. Todos estos objetos depositados incorrectamente son impropios y supusieron el 22% de las 18.100 toneladas de material que el año pasado tiramos a los contenedores amarillos. Su contenido se trató en la planta BPZ de Amorebieta, la primera dedicada en exclusiva a esta actividad de todo el Estado. Excepto ese porcentaje que no era reciclable y que se incineró.

En realidad, el contenedor amarillo solo admite bolsas y envoltorios, tapones, envases de productos de cuidado personal y de limpieza, botellas de bebida, bandejas, tarrinas, aerosoles, latas y tapas metálicas y bricks, que están formados por tres materiales (plástico, aluminio y film). El contenedor amarillo se usa mal, pero aun así, la planta de Amorebieta es la que menos impropios recibe de España– la media es de más del 25%– y la más productiva, según expuso este martes el técnico de Garbiker, Miguel Ángel Gómez, en una de las ponencias del congreso anual de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA) que se celebra en el Palacio Euskalduna y que volvió a reunir ayer a más de un millar de expertos.

Para garantizarnos que un envase es reciclable, debe aparecer un símbolo de un redondel con dos flechas en su etiquetado. La Diputación también cuenta con una web de ayuda (bizkairezikla.garbiker.bizkaia.eus) para saber en qué lugar depositar cada residuo. En la planta de Amorebieta se dividen en siete tipos. Algunos se reciclan mejor que otros. Por ejemplo, el plástico PET, el de las botellas. Mientras que los mezclados y de muchos colores son los más difíciles.

Y es que al contrario de lo que pasa con el vidrio, con unas altas tasas de recuperación, no es tan fácil reciclar el plástico. Hay miles de tipos, mezclas y colores que complican la tarea, por eso los expertos insisten en la necesidad de imponer el «ecodiseño» y que todos los productos sean reciclables.

Entidades como Greenpeace alertan de que «reciclar no es suficiente» y llaman a prescindir en la medida de lo posible de este material y en general, de las cosas de usar y tirar. En España solo un 25% de los envases se recuperan, según esta organización, y cientos de toneladas terminan en las incineradoras o en vertederos. Además, no todas las comunidades cuentan con instalaciones en las que se separe la basura antes de «eliminarla». En la planta de tratamiento mecánico biológico de Artigas, donde al año pueden llegar a tratarse 180.000 toneladas de fracción resto, se pudieron «rescatar» otras 9.000 de envases.

Los ecologistas de Zero Zabor Bizkaian reclamaron el primer día del congreso más esfuerzos en la separación en origen con una nueva política fiscal que penalice a quien no separe la basura. También otro modelo de gestión alternativo al de Ecoembes. Sistemas de depósito, devolución y retorno que recompensen al usuario al reciclar, además de prohibir el uso de los productos efímeros.

Vitoria pretende darle una vuelta al reciclaje de orgánicos. Licitará el próximo año un nuevo contrato para la recogida de residuos orgánicos para instalar un 60% más de contenedores marrones por toda la ciudad. Solo se podrán abrir con una tarjeta y las familias que los utilicen recibirán un descuento en su tasa de basuras.

Zamudio forma parte del proyecto europeo Waste4Think e implantará el año que viene una tasa pionera que contempla incentivos para las familias y empresas que reciclen, y penalizaciones a quienes no lo hagan. Dos personas acuden a los domicilios de la localidad a solventar dudas vecinales.

César Gimeno, director del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, explicó ayer las nuevas infraestructuras en marcha en la provincia. Según aseguró, la incineradora de Zubieta comenzará a funcionar en pruebas en noviembre, con pequeñas cantidades de basura. Se cree que estará a pleno rendimiento en febrero.

El presidente del clúster vasco Aclima, Xabier Caño, moderó ayer una mesa redonda sobre basura electrónica, que alcanzaba los 41 millones de toneladas en Europa en 2014. Ahora, cada europeo genera 16 kilos al año de estos residuos tan contaminantes. La mitad, apuntó, termina en el tercer mundo, en África y Asia.

Xabier Irigoien y Ohiane Cabezas, investigadores de Azti, explicaron que el 20% de la basura marina procede de la navegación y otro 80% de las costas y ríos, de tierra. Al menos el 70% se hunde y se entierra en el fondo del mar. El resto está en la superficie o la columna de agua. A veces regresa a la costa.