El Consorcio prepara una vía alternativa para suministrar agua al Gran Bilbao
La tubería discurrirá entre Abanto y Zalla y, además de Las Encartaciones, conectará el embalse de Ordunte con la Margen Izquierda en 2027
No ha pasado nunca, ni tendría por qué pasar. Pero existe siempre un riesgo, el de que se produzca una sequía demasiado prolongada, que ya ... no es algo descartable debido al cambio climático. También un corte grave en la red por un imprevisto. Cualquiera de estas dos hipótesis podría colapsar el suministro y dejar a los municipios del Bilbao metropolitano sin el agua que a día de hoy les llega desde el sistema del Zadorra. El Consorcio quiere erradicar esa posibilidad por completo o, como poco, reducirla a su mínima expresión. Ese es el objetivo del anillo de tuberías que se cerrará en 2027 en la comarca de Las Encartaciones. Permitirá que el agua del pantano de Ordunte llegue a la Margen Izquierda a través de Abanto y, a partir de ahí, al resto de la metrópoli.
La filosofía que se sigue es la misma que ha guiado el proyecto que en 2025 conectará Busturialdea a la red consorciada de abastecimiento desde Mungia, según explica el director general del organismo mancomunado, Pedro Barreiro. «En todos los sitios tratamos de poner dos fuentes de suministro distintas para que si una falla siempre te quede la otra y garantices un servicio», detalla.
El dato
52millones de euros invertirá el Consorcio en la construcción de la nueva tubería.
La urgencia en Urdaibai se justificaba en que en verano no hay agua para todos. Por eso en julio se adoptó una medida tan excepcional como traerla en barco al puerto de Bermeo. Eso explica por qué una obra como la que atraviesa Las Encartaciones se ha hecho esperar. Ha habido necesidades de mejora de la red general de abastecimiento más acuciantes que afrontar en otras comarcas del territorio.
Aunque para Barreiro el del Bilbao metropolitano quizás sea «el ejemplo más paradigmático de todos» porque abarca una zona donde residen cerca de un millón de personas, casi el 90% de todos los vizcaínos. Cuando sea una realidad «podrá nutrirse del agua de Ordunte o del Zadorra; se jugará con ambas fuentes y los ciudadanos no se enterarán porque entre ambas no hay diferencias a nivel de calidad».
El objetivo es claro. Ahora todo el agua de Ordunte llega a la estación de tratamiento de Sollano, en Zalla, desde donde se envía a la capital por las antiguas conducciones del barrio de Rekalde. Perro su uso está restringido a los bilbaínos. La nueva tubería atravesará toda la comarca encartada para llegar hasta el depósito de Las Carreras, en Abanto, y permitir así que el suministro se conecte a la red general de la Margen Izquierda. «Será un tramo de abastecimiento doble, es decir, que podrá llevar agua de Sollano a Abanto o al revés, según se necesite por una sequía o cualquier otra circunstancia», subraya Barreiro.
El primer tramo entre Abanto y Sopuerta tiene siete kilómetros y está en servicio desde 2019
en tres fases
El embalse de Ordunte se ubica en el municipio burgalés del Valle de Mena y, aunque se encuentre a 40 kilómetros de distancia de Bilbao, es propiedad del Ayuntamiento. Desde 2017 el Consorcio ha asumido la gestión y mantenimiento de toda su infraestructura, si bien ya desde varios años antes trabajaba en desarrollar este proyecto para cerrar el anillo del agua de todo el entorno metropolitano vizcaíno con un proyecto ambicioso y cuya envergadura (cerca de 20 kilómetros de infraestructura subterránea que atravesará gran parte de Las Encartaciones y exigirá una inversión «de más de 52 millones de euros») ha obligado a planificarlo en tres grandes fases.
De hecho, la primera ya se ejecutó entre 2015 y 2019 y está plenamente operativa. Conecta el depósito de Las Carreras, en Abanto, y el de Jarralta, en Sopuerta, a través de siete kilómetros de tubería para cuya construcción se aprovechó al máximo el trazado de la vía verde de 'La Galdamesa'.
La nueva red contará con varios bombeos para superar los altibajos de una orografía montañosa
traslado del agua
Aljibe cabecera en Abellaneda
En enero de este año arrancó el segundo tramo de la infraestructura, que a lo largo de 2023 llegará hasta el depósito de Abellaneda, todavía en Sopuerta, pero cerca ya de los límites con Zalla. Este tanque ejercerá como principal regulador del suministro y aljibe cabecera en la comarca. Esta fase, además, es muy importante porque, además de sus 6.300 metros de tubería, se instalará una estación de bombeo en el barrio de Carral «y una toma para que coja agua en caso de necesidad Villaverde de Trucíos, una localidad cántabra en el interior de Bizkaia que ahora se abastece por sus propios medios».
El proyecto del tercer y último tramo hasta la planta de tratamiento de agua potable de Sollano está todavía en fase de diseño. Será el trazado más corto, algo más de cuatro kilómetros de tubería principal, «pero también el más caro «porque incluye una segunda y potente estación de bombeo en el barrio El Longar de Zalla». Será el último gran repecho a superar en la orografía montañosa que separa Sopuerta de Sollano. Según el director general del Consorcio, se trata de un equipamiento necesario para cerrar el anillo de tuberías y «duplicar la garantía del suministro, no solo a Las Encartaciones, sino también a todo el Bilbao metropolitano de forma indistinta tanto desde el sistema Sollano-Ordunte como del de Venta Alta-Zadorra».
La obra, además, incluirá otras mejoras, ya que se habilitará un ramal para conectar la red general a los depósitos de Ametzaga y Bilbato, ambos en Güeñes. En la actualidad estos tanques se abastecen solo de «captaciones superficiales» en el entorno.
Obras complementarias en la Margen Izquierda y en el sistema de Ordunte
La construcción de la tubería entre Abanto y Zalla no bastará para que el anillo de la red de abastecimiento al Bilbao metropolitano funcione a pleno rendimiento. Serán necesarios otros trabajos complementarios en muchas de las instalaciones ya existentes para garantizar una conexión adaptada a las nuevas necesidades. Con este objetivo, el Consorcio tiene previsto habilitar de cara a 2024 una nueva conducción de cinco kilómetros de longitud que permita facilitar el trasvase entre el depósito de Las Carreras y el de La Florida, en Portugalete, que también debe ser reforzado para garantizar el almacenaje de agua suficiente. El sistema de Ordunte también se someterá a un exhaustivo proceso de renovación y mejora, según informa su director general, Pedro Barreiro.
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