Un nuevo episodio de turbidez impide beber del grifo en Erandio y en Leioa

La suciedad se atribuyó a las tareas de reparación para restablecer el servicio desde la tubería de abastecimiento rota el pasado sábado a la altura del campo de fútbol de Arteaga, en Erandio Goikoa, un incidente que dejó sin agua potable a 47.000 vecinos de Erandio, Zamudio, Loiu y Mungia durante 33 horas, hasta las nueve de la noche del domingo. Fue la mayor avería en la red de abastecimiento de la historia del Consorcio. En un principio, hubo cortes y después se bombeó algua del otro lado de la ría, que comenzó a salir turbia de los grifos. La entidad recomendó no beber sobre las siete de la tarde.

Los vecinos echaron en falta avisos en los portales o por megafonía, ya que mucho siguieron consumiendo agua del grifo con normalidad al carecer de redes sociales, plataformas a través de las que se difundieron los mensajes. Tras la polémica, el Consorcio pidió perdón y anunció que trabaja en un sistema de alertas por SMS que permita avisar a la población con rapidez cuando se produzca una de estas emergencias.

Ayer, el episodio de turbidez fue breve en Leioa. Pero en Astrabudua se prolongó toda la mañana. Los vecinos comenzaron a ver el agua correr marrón antes de las siete y media. La alcaldesa, Aitziber Oliban, informó por whatssapp a las asociaciones del pueblo de la recomendación de no beberla eso de las 10.30 horas, tras la junta de portavoces. Ya sobre las 11, el Ayuntamiento avisó a través de sus redes sociales. Para mejorar la difusión del mensaje, se recurrió a un método de toda la vida: patrullas de la Policía Municipal alertaron a la población por megafonía. Por su parte, personal del Consorcio alertó a los centros escolares y a las residencias de ancianos. El Consistorio también colgó a las 11.49 horas el aviso en el grupo de whatsapp que ha creado esta semana para informar de emergencias, aunque su alcance es limitado porque a las tres de la tarde apenas contaba con 463 seguidores.

Erika Fernández, de la asociación de vecinos de Astrabudua, explicó que el pasado sábado «la comunicación tanto por parte del Ayuntamiento como del Consorcio fue lenta, por lo que a las nueve de la noche muchas personas no se habían enterado de lo ocurrido y bebieron agua del grifo». Ayer las asociaciones pudieron informar con celeridad a la población.

«Al menos esta vez han hecho lo que no hicieron el fin de semana, avisar», dijo Yolanda Sesar, que reside a dos pasos de la plaza Josu Murueta y que lleva días bebiendo agua embotellada porque cuando se produjo desabastecimiento en varios comercios de Erandio decidió comprar varias garrafas. Pablo Larrauri, vecino del barrio, familiar de un residente en un centro de mayores y edil de Podemos, explicó que «han llamado a las residencias, pero el sábado no advirtieron hasta muy tarde y el domingo había tres ancianos con gastrointeritis en la de Mezo». Aun así, para los más madrugadores el aviso de ayer también llegó tarde. «Para las once ya me había bebido tres vasos», dijo la camarera del bar Taskabarri de la calle Etxegorri.