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Uno de los objetivos prioritarios que se marcó el actual Gobierno vasco a su llegada fue mejorar la sanidad. Y dentro de este campo uno ... de los indicadores habituales con los que se suele analizar la marcha de un servicio de salud es el de las listas de espera. En Osakidetza este parámetro ha experimentado una mejora llamativa en seis meses. Se ha pasado de una demora quirúrgica media de 67 días en julio a 52 el pasado noviembre. Solo tres más de los que había antes de la irrupción de la pandemia.
Esto no ha sido fruto del azar. Es consecuencia de la aplicación de un paquete de medidas. Una de las más llamativas es el programa 'Cirus', que aunque comenzó a ser empleado por Osakidetza hará dos años, no ha sido hasta esta etapa cuando se ven de forma clara sus resultados.
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Esta herramienta informática permite organizar de forma ordenada el uso de los quirófanos para optimizar estos recursos y eliminar tiempos muertos. Con anterioridad la programación de las salas de operación se hacía de forma manual y se estimaba 'a ojo', en base a la experiencia, cuánto iba a durar cada operación para que se pudiese planificar la siguiente. 'Cirus' lo que ha hecho durante estos dos años es aprender cuánto tardan de forma habitual los cirujanos en realizar cada proceso (poner una prótesis de rodilla, operar unas cataratas...) para con esos datos permitir una mejor organización de los quirófanos.
Además cuenta con información sobre las listas de espera de todas las especialidades, de forma que hace propuestas de planificación. También permite calcular cómo van a evolucionar sus demoras en las próximas semanas. Estos datos posibilitan a Osakidetza medir los rendimientos de los quirófanos y poder trasladar las prácticas de aquellos que tienen mejores resultados a los centros con margen de mejora.
Otra herramienta clave para disminuir las demoras ha sido la creación de comités quirúrgicos, integrados por las direcciones del centro y representantes de cada servicio. Esto permite que cada hospital, en base a los datos disponibles, programe más operaciones de una determinada patología en la que soporta mayores demoras, como puede ser Traumatología o Cirugía Vascular. Gracias a estas medidas las esperas medias en procesos quirúrgicos de ginecología han pasado en seis meses de 49 a 35 días, o los de Plástica, una de las especialidades que arrastra mayores demoras, de 121 a 77.
Pero no solo se han mejorado las esperas medias quirúrgicas. Lo mismo ha ocurrido con las consultas externas y con las pruebas. Las primeras han bajado hasta los 58 días frente a los 40 de las segundas. Algo que ha sido posible gracias a que Osakidetza ha aumentado tanto las consultas de tarde como los profesionales que realizan jornadas extraordinarias. También por la contratación de 80 facultativos específicamente para el plan de reducción de listas de espera y la cada vez mayor colaboración entre OSIs. Hay trasvase de pacientes de los hospitales más tensionados a otros en mejor situación, pero también de facultativos.
Gracias a todo ello Osakidetza ha aumentado su actividad un 10% en los últimos seis meses. Por ejemplo, ha pasado de realizar 10.082 consultas de Traumatología en junio a 11.665 en noviembre, un 15% más; o de 11.772 a 12.743 ecografías ambulatorias, un 8,5% más. Todas estas acciones han permitido de forma paralela reducir un 65% las derivaciones a centros privados.
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