Borrar

Sábado, 28 de marzo 2020, 09:12

Modo oscuro

La actividad en el baserri comienza a las 7.30 de la mañana. Ha sido así casi durante toda la vida de Juanan Zabala, que a sus 67 años no recuerda haber vivido nada igual a este estado de alarma. Desde la cocina de su caserío reflexiona sobre la situación actual del campo y sobre el confinamiento.

La actividad en el baserri comienza a las 7.30 de la mañana. Ha sido así casi durante toda la vida de Juanan Zabala, que a sus 67 años no recuerda haber vivido nada igual a este estado de alarma. Desde la cocina de su caserío reflexiona sobre la situación actual del campo y sobre el confinamiento.
La actividad en el baserri comienza a las 7.30 de la mañana. Ha sido así casi durante toda la vida de Juanan Zabala, que a sus 67 años no recuerda haber vivido nada igual a este estado de alarma. Desde la cocina de su caserío reflexiona sobre la situación actual del campo y sobre el confinamiento.

La jornada comienza en la cuadra. Allí, 30 cabezas de ganado vacuno entre adultos y crías. Ahora mismo, solo ordeñan 5. "Lo hacemos a mano. Tenemos una ordeñadora portátil pero no la usamos. Nos gusta así", cuenta Beñat. Darles de comer, limpiar las camas y comprobar que están bien suponen las primeras tareas de una jornada que tiene pocos descansos.

La jornada comienza en la cuadra. Allí, 30 cabezas de ganado vacuno entre adultos y crías. Ahora mismo, solo ordeñan 5. "Lo hacemos a mano. Tenemos una ordeñadora portátil pero no la usamos. Nos gusta así", cuenta Beñat. Darles de comer, limpiar las camas y comprobar que están bien suponen las primeras tareas de una jornada que tiene pocos descansos.
La jornada comienza en la cuadra. Allí, 30 cabezas de ganado vacuno entre adultos y crías. Ahora mismo, solo ordeñan 5. "Lo hacemos a mano. Tenemos una ordeñadora portátil pero no la usamos. Nos gusta así", cuenta Beñat. Darles de comer, limpiar las camas y comprobar que están bien suponen las primeras tareas de una jornada que tiene pocos descansos.

Luego llega el turno del resto de los animales. Las gallinas y las ocas producen docenas de huevos que se ponen a la venta tanto para particulares que se acercan al baserri, como para establecimientos hosteleros de la zona, a los que ambos hombres acercan los productos. Todos los días bajan a Las Arenas para realizar el reparto y tomar un café, una costumbre con la que ha acabado el confinamiento y que retomarán cuando todo vuelva a la normalidad.

Luego llega el turno del resto de los animales. Las gallinas y las ocas producen docenas de huevos que se ponen a la venta tanto para particulares que se acercan al baserri, como para establecimientos hosteleros de la zona, a los que ambos hombres acercan los productos. Todos los días bajan a Las Arenas para realizar el reparto y tomar un café, una costumbre con la que ha acabado el confinamiento y que retomarán cuando todo vuelva a la normalidad.
Luego llega el turno del resto de los animales. Las gallinas y las ocas producen docenas de huevos que se ponen a la venta tanto para particulares que se acercan al baserri, como para establecimientos hosteleros de la zona, a los que ambos hombres acercan los productos. Todos los días bajan a Las Arenas para realizar el reparto y tomar un café, una costumbre con la que ha acabado el confinamiento y que retomarán cuando todo vuelva a la normalidad.

Los tres burros tienen un papel importante. La hembra participa desde hace años en el desfile de Olentxero de Getxo. Además, junto a sus hijos forman un trío que "limpia las campas de los restos de pasto que no se comen las vacas", cuenta Beñat. Es que que ahora se llama agricultura sostenible.

Los tres burros tienen un papel importante. La hembra participa desde hace años en el desfile de Olentxero de Getxo. Además, junto a sus hijos forman un trío que "limpia las campas de los restos de pasto que no se comen las vacas", cuenta Beñat. Es que que ahora se llama agricultura sostenible.
Los tres burros tienen un papel importante. La hembra participa desde hace años en el desfile de Olentxero de Getxo. Además, junto a sus hijos forman un trío que "limpia las campas de los restos de pasto que no se comen las vacas", cuenta Beñat. Es que que ahora se llama agricultura sostenible.

Los dos hombres miran con cariño a un ternero recién nacido. La venta de becerros, una vez engordados, y vacas a carnicerías y restaurantes de la zona es una de sus fuentes de ingresos. Por el momento, el estado de alarma no ha mermado la demanda, al menos de terneros, cuya carne es la más usada en los hogares. La salida de las reses adultas sí se ha resentido porque "es de las que se sacan los txuletones y ya ni txokos ni restaurantes están abiertos".

Los dos hombres miran con cariño a un ternero recién nacido. La venta de becerros, una vez engordados, y vacas a carnicerías y restaurantes de la zona es una de sus fuentes de ingresos. Por el momento, el estado de alarma no ha mermado la demanda, al menos de terneros, cuya carne es la más usada en los hogares. La salida de las reses adultas sí se ha resentido porque "es de las que se sacan los txuletones y ya ni txokos ni restaurantes están abiertos".
Los dos hombres miran con cariño a un ternero recién nacido. La venta de becerros, una vez engordados, y vacas a carnicerías y restaurantes de la zona es una de sus fuentes de ingresos. Por el momento, el estado de alarma no ha mermado la demanda, al menos de terneros, cuya carne es la más usada en los hogares. La salida de las reses adultas sí se ha resentido porque "es de las que se sacan los txuletones y ya ni txokos ni restaurantes están abiertos".

Perros, varias cabras y unos cuantos conejos completan el abanico de animales domésticos de este baserri, ubicado a escasos diez minutos andando de la estación de metro de Aiboa. "Hasta hace poco teníamos cerdos, pero ahora mismo, no".

Perros, varias cabras y unos cuantos conejos completan el abanico de animales domésticos de este baserri, ubicado a escasos diez minutos andando de la estación de metro de Aiboa. "Hasta hace poco teníamos cerdos, pero ahora mismo, no".
Perros, varias cabras y unos cuantos conejos completan el abanico de animales domésticos de este baserri, ubicado a escasos diez minutos andando de la estación de metro de Aiboa. "Hasta hace poco teníamos cerdos, pero ahora mismo, no".

Con los excedentes de leche, Beñat hace quesos. Estos días elabora más de lo habitual porque los establecimientos hosteleros están cerrados y ya muy pocos particulares compran el líquido alimentos. "Habitualmente no hacemos muchos y la mayoría son para autoconsumo o para regalar. Estos días estamos haciendo más", confirma el joven mientras trajina con cuajo y queseras.

Con los excedentes de leche, Beñat hace quesos. Estos días elabora más de lo habitual porque los establecimientos hosteleros están cerrados y ya muy pocos particulares compran el líquido alimentos. "Habitualmente no hacemos muchos y la mayoría son para autoconsumo o para regalar. Estos días estamos haciendo más", confirma el joven mientras trajina con cuajo y queseras.
Con los excedentes de leche, Beñat hace quesos. Estos días elabora más de lo habitual porque los establecimientos hosteleros están cerrados y ya muy pocos particulares compran el líquido alimentos. "Habitualmente no hacemos muchos y la mayoría son para autoconsumo o para regalar. Estos días estamos haciendo más", confirma el joven mientras trajina con cuajo y queseras.

La ventaja del queso es su buena conservación lo que permite no tener que tirar leche y llenar la despensa.

La ventaja del queso es su buena conservación lo que permite no tener que tirar leche y llenar la despensa.
La ventaja del queso es su buena conservación lo que permite no tener que tirar leche y llenar la despensa.

La huerta es la principal fuente de ingresos de esta explotación getxotarra. Al igual que les ha pasado a los supermercados, cuando comenzaron los rumores de un posible confinamiento muchos se acercaron al caserío para comprar provisiones. Tanto es así que ahora mismo "no nos queda de casi nada".

La huerta es la principal fuente de ingresos de esta explotación getxotarra. Al igual que les ha pasado a los supermercados, cuando comenzaron los rumores de un posible confinamiento muchos se acercaron al caserío para comprar provisiones. Tanto es así que ahora mismo "no nos queda de casi nada".
La huerta es la principal fuente de ingresos de esta explotación getxotarra. Al igual que les ha pasado a los supermercados, cuando comenzaron los rumores de un posible confinamiento muchos se acercaron al caserío para comprar provisiones. Tanto es así que ahora mismo "no nos queda de casi nada".

A Beñat y a Juanan no les queda otra que meter horas en la huerta para replantar, limpiar y preparar las bancadas. Tampoco es una novendad porque en el campo la producción no entiende de vacaciones u horas libres.

A Beñat y a Juanan no les queda otra que meter horas en la huerta para replantar, limpiar y preparar las bancadas. Tampoco es una novendad porque en el campo la producción no entiende de vacaciones u horas libres.
A Beñat y a Juanan no les queda otra que meter horas en la huerta para replantar, limpiar y preparar las bancadas. Tampoco es una novendad porque en el campo la producción no entiende de vacaciones u horas libres.

Juanan Zabala se jubiló hace casi dos años. Entonces el caserío pasó a estar a nombre de Beñat Aio, un joven vecino cuyos aitites se dedicaban al campo. Ambos se conocen desde siempre y forman un dúo que funciona como un reloj.

Juanan Zabala se jubiló hace casi dos años. Entonces el caserío pasó a estar a nombre de Beñat Aio, un joven vecino cuyos aitites se dedicaban al campo. Ambos se conocen desde siempre y forman un dúo que funciona como un reloj.
Juanan Zabala se jubiló hace casi dos años. Entonces el caserío pasó a estar a nombre de Beñat Aio, un joven vecino cuyos aitites se dedicaban al campo. Ambos se conocen desde siempre y forman un dúo que funciona como un reloj.

Zabala es uno de los baserritarras vizcaínos más conocidos. Los premios por la calidad de sus productos se acumulan en las estanterías de su casa. Es el único agricultor y ganadero que aún acude a la ineludible cita de Santo Tomás en Bilbao con animales vivos. "Siempre gana. Claro, es el único", bromea Beñat.

Zabala es uno de los baserritarras vizcaínos más conocidos. Los premios por la calidad de sus productos se acumulan en las estanterías de su casa. Es el único agricultor y ganadero que aún acude a la ineludible cita de Santo Tomás en Bilbao con animales vivos. "Siempre gana. Claro, es el único", bromea Beñat.
Zabala es uno de los baserritarras vizcaínos más conocidos. Los premios por la calidad de sus productos se acumulan en las estanterías de su casa. Es el único agricultor y ganadero que aún acude a la ineludible cita de Santo Tomás en Bilbao con animales vivos. "Siempre gana. Claro, es el único", bromea Beñat.

La figura del baserri Yauri se recorta imponente con Getxo como telón de fondo.

La figura del baserri Yauri se recorta imponente con Getxo como telón de fondo.
La figura del baserri Yauri se recorta imponente con Getxo como telón de fondo.

En la explanada delantera del caserío, estos días hay un barco. Una imagen pintoresca que tiene su razón: "Es de un amigo que lo ha traído para arreglarlo".

En la explanada delantera del caserío, estos días hay un barco. Una imagen pintoresca que tiene su razón: "Es de un amigo que lo ha traído para arreglarlo".
En la explanada delantera del caserío, estos días hay un barco. Una imagen pintoresca que tiene su razón: "Es de un amigo que lo ha traído para arreglarlo".

Aunque Beñat y Juanan cuentan con el apoyo de una chica que les ayuda con las cosas de la casa, siempre hay trabajo en un caserío. "Si no fuera por lo que nos ayuda, no nos daría la vida", reconocen agradecidos.

Aunque Beñat y Juanan cuentan con el apoyo de una chica que les ayuda con las cosas de la casa, siempre hay trabajo en un caserío. "Si no fuera por lo que nos ayuda, no nos daría la vida", reconocen agradecidos.
Aunque Beñat y Juanan cuentan con el apoyo de una chica que les ayuda con las cosas de la casa, siempre hay trabajo en un caserío. "Si no fuera por lo que nos ayuda, no nos daría la vida", reconocen agradecidos.

Juanan descansa en un sillón del salón. Beñat sonríe y confirma que ni la estancia ni el mueble son usados habitualmente. "Creo que es la primera vez que le veo ahí sentado. Primero porque aquí la vida se hace en la cocina y segundo porque tampoco hay tiempo. Te levantas, trabajas, comes y te vas a la cama. Además, él no nunca se está quieto", cuenta el joven.

Juanan descansa en un sillón del salón. Beñat sonríe y confirma que ni la estancia ni el mueble son usados habitualmente. "Creo que es la primera vez que le veo ahí sentado. Primero porque aquí la vida se hace en la cocina y segundo porque tampoco hay tiempo. Te levantas, trabajas, comes y te vas a la cama. Además, él no nunca se está quieto", cuenta el joven.
Juanan descansa en un sillón del salón. Beñat sonríe y confirma que ni la estancia ni el mueble son usados habitualmente. "Creo que es la primera vez que le veo ahí sentado. Primero porque aquí la vida se hace en la cocina y segundo porque tampoco hay tiempo. Te levantas, trabajas, comes y te vas a la cama. Además, él no nunca se está quieto", cuenta el joven.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Confinados en el baserri