Un coche abandonado en un parking de Bilbao acumula 120.000 euros de deuda
Lleva 12 años en la estación de Abando, desde que falleció su propietario y nadie se hizo cargo del automóvil
El parking privado de la estación de Abando, en pleno centro de Bilbao, está abierto las 24 horas del día y tiene una actividad frenética. Aparcar aquí cuesta 2,30 euros la hora. Si se contrata un servicio por semanas, la tarifa diaria sale más reducida: 18,75 euros. La rotación de vehículos es constante. Por aquí ta mbién transitan a pie cientos de personas todos los días, porque permite acortar mucho algunos desplazamientos. Se trata, en definitiva, de un punto neurálgico de la capital vizcaína en constante movimiento.
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En el parking de la trasera de Abando todo se mueve. Todo, excepto dos vehículos. Se trata de una furgoneta y un viejo coche. Están reventados. Los dos tienen las lunas rotas. Están llenos de pintadas. El interior también está arrasado. A primera vista se observa que hay gente que ha dormido -e incluso defecado- en los asientos. Incluso ha servido para ocultar pruebas de delitos. Hace un par de años aparecieron allí varios ordenadores que habían sido robados de un colegio.
El coche que más tiempo lleva allí es un Dacia Logan. Este vehículo no se ha movido en doce años, según las fuentes consultadas por este diario. La furgoneta no lleva tanto: unos tres años. Desde entonces, se van deteriorando poco a poco. Ocupan una plaza de aparcamiento y es raro ver a conductores que decidan aparcar junto a estos vehículos. Los medios consultados estiman en más de 120.000 euros la deuda que acumula el Dacia Logan. Este periódico se puso en contacto con la empresa que gestiona el parking, pero no recibió respuesta.
Para sacar el vehículo se necesita una orden judicial que determine que los dueños se han desentendido de él
Otro dueño, en el extranjero
¿Por qué no han sido reclamados o enviados al desguace? Básicamente, porque se necesita presentar las pruebas para conseguir una orden judicial que determine que los propietarios se han desentendido del vehículo en el aparcamiento privado, según las fuentes consultadas. Algo que contrasta con los coches que, por ejemplo, dificultan la circulación o son abandonados en la vía público. En estos últimos casos son rápidamente enviados a los depósitos municipales.
En el caso del Dacia, el problema surgió cuando falleció su propietario, mientras el vehículo estaba aparcado en la trasera de Abando, y sus familiares se desentendieron del vehículo, según las mismas fuentes. El dueño de la furgoneta, por su parte, está ilocalizable, al parecer en el extranjero. Se da la circunstancia de que hace unos meses sí se consiguió que las autoridades retirasen otro vehículo abandonado en este mismo parking. La clave fue que se consiguió localizar al dueño y notificarle que el coche iba a ser retirado.
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En este contexto, la Dirección General de Tráfico modificó hace un año la normativa para, precisamente, agilizar las solicitudes de retirada y traslado de este tipo de automóviles. La clave es que se puedan solicitar estos permisos por vía administrativa, lo que reduce sensiblemente los plazos. La DGT calcula que hay cerca de 20.000 vehículos que se presumen abandonados y se encuentran en recintos privados y públicos.
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