«El cierre del parking del hospital de Basurto me obliga a llegar una hora antes a Bilbao»

«Hago cola y espero a que me dejen entrar», cuenta para reafirmarse en que es mejor alternativa que pagar un parking privado. O que buscar un estacionamiento en una zona ya saturada de por sí a primera hora de la mañana. «A algunos compañeros no le ha quedado otra opción que alquilar una parcela por más de 150 euros al mes en la Intermodal», explica Jesús, otro de los trabajadores del centro.

En su caso, llega desde Leioa y es más precavido que Maite: lo hace con una hora de antelación. «Antes de que cerraran el parking ya nos costaba aparcar. Ahora se antoja imposible si no llegamos con tiempo», cuenta. Según explica, durante el turno de mañana se forman unas colas «inhumanas» entre la salida de los túneles de San Mamés y la entrada del aparcamiento.

A los trabajadores se les avisó con semanas de antelación de la necesidad de que el parking quedara liberado antes del 1 de julio. «Lo cerraron por el Tour y ya no lo han vuelto a abrir», cuenta una enfermera que ha preferido no identificarse. «Desde entonces vengo en metro desde Berango. Con la espera que supone encontrar un sitio donde aparcar, tardo menos tiempo si hago el trayecto en el suburbano», explica.

Desde Osakidetza, en cambio, tratan de quitarle hierro al asunto y aseguran que la ubicación del hospital «en el centro de Bilbao» facilita el acceso al mismo por distintos medios. Además, ni todos los trabajadores –unos 5.000– son de fuera de la ciudad, ni siempre acuden al centro en coche. De esta manera, recomiendan utilizar el transporte público y los estacionamientos disuasorios de las paradas de Metro Bilbao en Ansio, Leioa, Etxebarri e Ibarbengoa.

Además, ya están negociando con la Intermodal el número de plazas que habilitarán en su aparcamiento a partir de septiembre para que los trabajadores del hospital puedan estacionar el coche. Según explican, el coste de estos aparcamientos será íntegramente abonado por Osakidetza.