Una ceremonia íntima, sin la presencia de autoridades
El del viernes fue un cale atípico. Hasta la fecha, cuando las grandes infraestructuras subterráneas de Bizkaia, como el metro, avanzaban y lograban perforar un ... túnel, se organizaba una ceremonia en la que se brindaba con champán y se invitaba a las autoridades y medios de comunicación. En Arnotegi ni hubo cava ni políticos. Pero sí mucha emoción.
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La veintena de operarios, ingenieros y especialistas aplaudieron con ganas, respetando las normas que impone la pandemia. «Es un momento importante y mágico porque condensa los 18 meses de trabajo que llevamos a la espalda», explicaba Ignacio Vidal, de la empresa Lurpelan. «Estamos muy contentos porque todo avanza como estaba previsto y, sobre todo, porque no ha habido ningún accidente grave en este tiempo y eso siempre es la mejor noticia», valoraba Miguel Gil, ingeniero de la Diputación.
Ofrenda a Santa Bárbara
En la boca del túnel, los trabajadores han colocado una hornacina con la imagen de Santa Bárbara, patrona de los mineros. «Su festividad fue el día 4 y realizamos una ofrenda floral», relataba Vidal. «Para nosotros tiene una significación especial. Es un gesto de fraternidad entre todos los compañeros». Más de uno se santiguó cuando la máquina perforadora logró romper la última pantalla de roca y la luz del día entró al fin en los 1.950 metros de galería.
El cale permitirá ahora simplificar la obra, ya que penetrará la ventilación natural y se podrá quitar la colosal manguera (fabricaba con la misma tela dura pero flexible de los castillos hinchables infantiles) que inyectaba aire noche y día.
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