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El centro de Bilbao acumula más de 300 lonjas vacías

El CORREO recorre una a una las 50 calles más comerciales del Ensanche para ilustrar el declive. De fondo, el alto precio del alquiler y la falta de relevo

Domingo, 19 de octubre 2025

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El corazón comercial de Bilbao se vende o se alquila. Es el cartel que aparece nada menos que 32 veces en Alameda Urquijo. También en 25 locales de Rodríguez Arias. Y en 21 de Alameda Recalde. Y 19 en Juan de Ajuriaguerra. Solo es necesario dar un paseo por Abando e Indautxu para encontrarse con lonjas vacías a cada paso. Y no hemos dado precisamente pocos.

EL CORREO ha recorrido la zona de Bilbao delimitada por Alameda Mazarredo al norte, Hurtado de Amézaga al este, Fernández del Campo y Simón Bolivar al sur y la avenida Sabino Arana al oeste. En total, 50 calles de la zona más boyante comercialmente de la ciudad recorridas una a una para retratar de primera mano las persianas bajadas que ilustran el declive de un sector.

MAZARREDO

S. ARANA

Doña Casilda

Moyúa

Albia

Indautxu

HURTADO

DE AMÉZAGA

SIMÓN BOLIVAR

50

calles

recorridas

321

lonjas vacías

identificadas

MAZARREDO

SABINO ARANA

Doña Casilda

Moyúa

Albia

HURTADO

DE AMÉZAGA

Indautxu

SIMÓN BOLIVAR

FDZ. DEL CAMPO

50

calles

recorridas

321

lonjas vacías

identificadas

MAZARREDO

Doña Casilda

SABINO ARANA

Moyúa

Albia

HURTADO DE AMÉZAGA

Indautxu

SIMÓN BOLIVAR

50

calles

recorridas

321

lonjas vacías

identificadas

FDZ. DEL CAMPO

La suma es demoledora: 321 locales cerrados en lo mejor de la ciudad, en el vibrante Ensanche, en las calles donde el metro cuadrado puede sobrepasar los mil euros y donde las tendencias comerciales saltan a la vista: menos lujo, más servicios de estética y bienestar, más franquicias y cadenas y un pequeño comercio local independiente que batalla a diario por mantenerse a flote.

32 locales inactivos en Alameda de Urquijo

Se trata de una cifra que llama la atención en un momento en el que, mientras caen algunos negocios a pie de calle, los grandes fondos se hacen fuertes en Bilbao para invertir en viviendas y hoteles. Vayamos por partes. Hablamos de más de 300 lonjas vacías, pero ¿de qué tipo? En función de la calle la situación varía. Y mucho. Por ejemplo, Alameda Urquijo encabeza la lista de calles con mayor número de lonjas cerradas, 32.

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Algunas de ellas son establecimientos hosteleros que llevaban toda la vida en Bilbao, como Twiggy, un pub clásico que abrió en 1993. Ha sido el último en bajar la persiana el pasado septiembre. El Gredos, fundado en 1997, especializado en comida casera y tradicional, también ha puesto punto final a su historia. Se trata de dos ejemplos ubicados en una misma calle que han llevado a hosteleros de Indautxu a reclamar apoyo municipal.

Rodríguez Arias

En el caso de Rodríguez Arias, una de las arterias más céntricas y pujantes de Indautxu, recién remodelada y con la vista puesta en reforzar su privilegiado tejido comercial, hay sin embargo 25 locales desocupados. La rotación es alta, pero el precio del alquiler, aquí como en otras zonas del Ensanche, es un muro que cuesta superar. «Aunque puede variar, en esa zona es muy difícil encontrar una lonja por menos de 6.000 o 7.000 euros al mes», calcula Rafael Gardeazabal, presidente de bilbaoDendak.

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Más ejemplos. En Juan de Ajuriaguerra (19 locales vacíos) y Máximo Aguirre (11) las tiendas cerradas esperan ocupante de sectores muy concretos. En ellas se agrupan históricamente gremios determinados, relacionados con la decoración y artículos del hogar. En Iparraguirre (12), en cambio, las tiendas de uñas y barberías han copado la calle, unas pegadas a otras, a escasos metros. En ocasiones nos encontramos con grandes locales que llevan décadas en el mismo estado, con la persiana bajada, de forma aparentemente inexplicable: los cines Mikeldi, por ejemplo, en la calle Alameda Urquijo. Y es que a veces no es una tarea sencilla. «Si el local es de una sociedad o de una familia, el acuerdo para alquilarlo es mucho más complejo. Un autónomo que se jubila lo tiene más fácil», explica Gardeazabal.

Localización de comercios y lonjas sin actividad

A pesar de que la fotografía es muy distinta en cada zona, el paseo revela que el sector más perjudicado es el textil y que el declive no respeta a nadie, tampoco a comercios centenarios. Los Encajeros, en la Gran Vía (una calle con 11 lonjas vacías en una acera y 2 en la otra), también ha cerrado recientemente para reubicarse en breve en Doctor Achúcarro, una calle comercial de moda que, por el momento, no cuenta con ninguna lonja vacía. Se trata de una tendencia que viene de años atrás, desde que el 'low cost' irrumpió con fuerza. «A partir de 2012, más o menos, hubo una oleada de cierres brutales y es el sector que más ha sufrido», asegura Gardeazabal.

Cambio en el tipo de negocios

A raíz de la pandemia el tejido comercial ha mutado de forma evidente. «Empezaron a abrir cientos de gimnasios, un negocio que estaba de capa caída; también ha revivido todo el tema de la belleza, tanto en hombres como en mujeres; clínicas dentales centradas en la estética… En definitiva, negocios que giran en torno al cuidado de la persona», incide el experto. La misma sensación comparte Jorge Aio, gerente de BilbaoCentro. «Hay un aumento de centros de peluquería, estética, tratamientos…», enumera. Hay un motivo detrás de este crecimiento: la rentabilidad. «Montar una barbería no supone una inversión económica tan fuerte», explica Gardeazabal. Tiene también su parte negativa: resulta más complicado diferenciarse porque, al igual que las tiendas de uñas, surgen como champiñones. «No hay hueco para todas. Para diferenciarse es importante actualizarse, tener detalles con las clientas, potenciar la atención personalizada… Es decir, que no sea llegar, hacerse las uñas y marcharse», cuenta Saray Sánchez, propietaria de Ze Politak, ubicada en Colón de Larreátegui (4 locales vacíos).

Listado de calles con locales sin actividad

El recuento de EL CORREO, un exhaustivo examen calle a calle, está en consonancia con los informes que las consultoras elaboran para diferentes organismos. El firmado por el observatorio económico digital Eixos y la consultora Deloitte cifra en un 20% la media de locales cerrados en las capitales de más de 300.000 habitantes, ranking en el que está Bilbao. La capital vizcaína se sitúa en lo alto de la lista, con un 35%, el doble que Barcelona.

Además, el último informe de la consultora inmobiliaria Cushman&Wakefield, elaborado el pasado noviembre, situaba a La Gran Vía como la undécima calle con los alquileres más altos y el metro cuadrado a 1.440 euros anuales. Concretamente, en esta zona se han contabilizado un total de 13 establecimientos vacíos. Uno de los más emblemáticos es Los Encajeros, que se traslada a Doctor Achúcarro -una calle comercial de moda que, por el momento, no cuenta con ninguna lonja vacía-.

Los datos

321 Lonjas vacías

en el cogollo comercial de Bilbao

32 en una sola calle

que corresponde a Alameda de Urquijo

114.721 pasos realizados

durante el recorrido por las calles que ha durado 5 días

La pregunta que surge es: ¿Por qué? Y de forma inevitable el primer argumento hay que buscarlo en los alquileres, en ese coste fijo que, junto al de personal y los impuestos, condiciona cualquier actividad a pie de calle. La factura, ahora mismo, para un local de 152 metros cuadrados en la calle Rodríguez Arias, se eleva a 3.400 euros al mes. En la calle Ercilla, el precio de una lonja mucho más pequeña, de 26 metros cuadrados, es de 2.500. «Un negocio cierra porque la gente no compra, pero la presión inmobiliaria es también determinante», explica Gardeazabal. Hay informes que elevan el precio por metro cuadrado hasta los 1.400 euros al año en las mejores zonas de la Gran Vía.

Se trata de un problema que produce un efecto cascada. «Si cierra uno, al de al lado le afecta. La sensación de zona 'muerta' no es buena para nadie». Jasone Lavin, comerciante, comparte la misma visión. «Nos interesa que los locales estén ocupados porque si no la gente no pasa. Una lonja vacía hace la calle súper triste», valora esta emprendedora, que regenta la tienda Másquegorros de la calle Iparraguirre.

Zonas 'Prime'

«Las zonas 'prime' están en el centro, sí, pero no todas. Estar en Abando e Indautxu no implica que sí o sí tenga que ser una buena zona para tu comercio. La calle es fundamental, pero igual de importante es el tipo de negocio. Hay locales en los barrios que son mucho mejores comercialmente». Algunos negocios, precisamente, se han afincado en Colón de Larreátegui, una paralela a la Gran Vía que «está funcionando muy bien», dice Gardeazabal.

Las claves

Sector más perjudicado

A raíz del 'low cost' hubo una «oleada de cierres brutales» en el comercio textil, según expertos

Precios al alza

«Un negocio cierra porque la gente no compra. Uno de los grandes motivos es la presión inmobiliaria»

Otro motivo que no se puede ignorar es la falta de relevo generacional en los negocios familiares. Las nuevas generaciones no ven en el comercio una oportunidad para emprender. «Los horarios, la dificultad para conciliar, el sacrificio, la incertidumbre... Algunos lo han vivido en primera persona por algún familiar y no quieren repetir ese modelo, que antes era más estable. Los hábitos de consumo han cambiado muchísimo y la rentabilidad de una tienda física puede ser un interrogante», explica Pilar Zorrilla, profesora de Marketing en la UPV/EHU y experta en 'retail'.

«La ilusión está bien, pero llevar un comercio precisa conocimientos»

Los expertos aseguran que el trabajo previo a poner en marcha un negocio es «lo más importante» y destacan la necesidad de innovar. La ilusión no es suficiente. Más allá de la cuestión sentimental e incluso de la económica, para abrir un negocio -y sobre todo para que prospere- es necesario tener una formación adecuada. «El cómputo final de lonjas vacías es negativo, pero no tenemos que quedarnos con ese dato. Lo ideal es que los que abran sean rentables, saneados, con un buen sistema financiero, digital… Es importante tener un plan de negocio que esté bien pensado y se gestione con profesionalidad», explica Rafael Gardeazabal, gerente de bilbaoDendak. «Hay gente que abre una tienda de ropa porque le gusta la moda, pero eso no garantiza el éxito. Hay que tener conocimiento, saber de gestión, digitalización, marketing, atención al público… una formación muy completa».

La centenaria pastelería de la calle Berastegi
Local sin actividad en Maestro García Rivero
Local en anquiler en la calle Elcano
Galerías Isalo en Ercilla aglutina varios locales comerciales sin actividad
Otro local sin uso en la calle José María Escuza

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Uno de los principales factores de éxito es la ubicación. Pero no es solo eso. También es importante estudiar la zona, analizar la competencia, el modelo de producto y la forma en la que se va a competir: en precio, en servicio, en calidad... «Esa decisión es dificilísima. El trabajo previo es lo más importante». Además de analizar todas estas cuestiones, Pilar Zorrilla, profesora de Marketing en la UPV/EHU y experta en 'retail', señala que es necesario buscar fórmulas nuevas e innovadoras para revitalizar el tejido comercial. «Últimamente se utiliza mucho el término de 'Consumidor nómada'. Hablamos de personas que se mueven entre distintos canales de compra, a nivel geográfico… que necesitan propuestas comerciales diferentes».

Ofrecer un valor añadido

Se trata del público que compra un producto en la tienda física, a través de redes sociales, en un 'pop up' o en distintas marcas, por ejemplo. Es decir, que se mueve por los diferentes canales de venta. «En definitiva, todos somos consumidores nómadas. Cuando te desplazas a otras ciudades te apetece ver una oferta diferenciada». Ahora que los hábitos de consumo «han cambiado muchísimo», se trata de una cuestión importante en la que se ha puesto el foco con el objetivo de crear nuevas oportunidades.

«Últimamente se utiliza mucho el término de 'Consumidor nómada'. Hablamos de personas que se mueven entre distintos canales de compra, a nivel geográfico… que necesitan propuestas comerciales diferentes»

Pilar Zorrilla

Profesora de marketing en la UPV/EHU y experta en 'retail'

¿Qué soluciones viables se pueden llevar a cabo, entonces? «Se podrían poner en marcha mercados 'pop up', ofrecer experiencias vinculadas al arte, diseño, arquitectura, la gastronomía…». La idea consiste en no quedarse en el concepto de una tienda física al uso a la que el consumidor únicamente va a comprar un producto. «Hay que darle razones para que visiten las tiendas físicas. Se trata de dar un valor añadido. Por ejemplo, que el local te inspire de alguna forma o que brinde la oportunidad de generar comunidad con personas con los mismos intereses, por ejemplo». En definitiva, la experta explica que es necesario innovar a través de fórmulas diferentes al modelo tradicional.

«Muchas veces descubres una marca online que te gusta, quieres ir a la tienda física pero el emprendedor no tiene solvencia para ponerla en marcha». En este sentido, la experta sugiere que debería haber más flexibilidad. «Tendría que haber una conversación entre la administración pública, el comercio y los propietarios. Eso ayudaría a que ese espacio comercial se gestionara con una mirada mucho más global. Por ejemplo, se podría dar la opción de que un local se alquilara durante quince días» con el objetivo de que no este vacío.

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