Más de un centenar de detenidos en fiestas desbordan los calabozos de Policía y Ertzaintza

El incremento en el número de detenidos ha sido especialmente significativo en las últimas noches. Sólo la Policía local detuvo durante la madrugada del martes a 31 sujetos. La situación llegó al punto de que los calabozos de las comisarías de la Ertzaintza de Bilbao y de la Policía municipal (dotados en total de unas 28 plazas) se saturaron y desde primera hora de la mañana de ayer ya no podían custodiar a más personas. Fue entonces cuando se tomó la decisión de empezar a mandar a los arrestados a la central de la Policía vasca, en Erandio.

Los problemas a la hora de gestionar tantas llegadas de detenidos también se dejaron sentir a la hora de realizar las diligencias necesarias que se requieren antes de poner a un arrestado a disposición del juez. De hecho, según medios de los tribunales, hasta media tarde de ayer apenas se habían llevado a unas pocas personas a los juzgados de guardia de Bilbao.

Este gran número de arrestados es «muy poco frecuente», según fuentes policiales. En octubre de 2019, la comisaría de la Ertzaintza de Bilbao se convirtió en un centro de detención. Es decir, sus calabozos, que antes sólo recibían a los arrestados en la capital vizcaína, comenzaron a acoger también a las personas imputadas en otros trece municipios del entorno. Sin embargo, a pesar de este cambio, los calabozos de la Ertzaintza y de la Policía local apenas se suelen colapsar unas 5 ó 6 veces al año, según los mismos medios. Lo que es «muy extraño» es que sean las dos dependencias policiales las que se saturen al mismo tiempo. Hay otro dato que subrayan los expertos en esta materia: este aluvión se ha producido durante un martes, una jornada festiva que suele registrar «mucha menos actividad» y afluencia de personas que los viernes o los sábados. Preocupa que la situación vaya aún a más en las próximas jornadas festivas.

¿A qué se debe este notable incremento? Según el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, la explicación se encuentra en «el incremento de la eficacia policial» ante «la clara demanda de seguridad» solicitada por la ciudadanía.

En declaraciones a la cadena Ser, Erkoreka reconoció que las detenciones practicadas hasta ahora durante esta Aste Nagusia son «bastante más que el año pasado». En este sentido, afirmó que «la respuesta policial está siendo mejor porque se han incrementado el número de imputaciones y el número de detenciones». También la concejala de Seguridad, Amaia Arregi, insistió hace unos días en que el Consistorio tiene al 90% de efectivos policiales trabajando durante la Semana Grande. Y que se habían aumentado el número de cámaras de videovigilancia provisionales.

¿Cuántas denuncias se han presentado hasta ahora? Las instituciones no aportan datos oficiales. Según dijo ayer Erkoreka, la «actividad delictiva ha bajado un poco» porque «se están registrando menos denuncias que el año pasado hasta la fecha». Sin embargo, desde el Ayuntamiento afirmaron el lunes que las personas que habían acudido a la Policía local para denunciar hurtos -el delito más recurrente- son más que las que lo hicieron el año pasado durante el primer fin de semana festivo. Entonces fueron más de 250 las denuncias interpuestas por robos de móviles y carteras.

La visión de los sindicatos policiales es muy distinta. Según Sergio Gómez de Segura, portavoz de la unidad de acción sindical de Erne, Esan y Sipe, estos problemas a la hora de gestionar el aluvión de detenidos indican dos cosas: la «profesionalidad» y la «implicación» de los agentes a la hora de hacer su trabajo. Pero también las «graves carencias» que sufre la Ertzaintza en numerosos ámbitos -«formación, plantilla, medios, personal en las unidades de investigación»- y que, a su juicio, están llevando a la institución a una situación de «colapso» por culpa de sus «dirigentes».