El cementerio de Bilbao se moderniza y reservará un espacio para mascotas

¿Que cambia con esta regulación que llega? Álvaro Pérez, concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, señala que hay alguna novedad y bastantes adaptaciones de la norma a maneras de proceder ya establecidas. En cuanto a las novedades, destaca de un modo especial la habilitación de crematorios para animales de compañía y la reserva de un espacio para esparcir sus cenizas, una especie de «bosque del recuerdo, con árboles, una fuente en medio...». Esto último, dedicar una zona para las cenizas alejada de los lugares reservados para las personas para evitar que alguien se sienta ofendido, es lo más fácil. Lo complejo, sobre todo desde el punto de vista presupuestario, es «la instalación de crematorios y neveras» para los animales. Será la primera instalación pública de estas características en Bizkaia, donde ahora «sólo funcionan dos crematorios para animales, pero son privados».

Otro aspecto en el que se va a fijar el futuro reglamento es en la atención a la diversidad religiosa. «Cada vez tenemos a más comunidad musulmana, judía, evangélica, y cada una tiene sus ritos». Por el momento, ya se ha aprobado «ampliar el espacio para la comunidad musulmana». Y lo que se va a hacer es consolidar ciertos espacios sin simbología religiosa específica para que diferentes colectivos puedan llevar a cabo ritos en ellos.

Otro de los cambios a los que se va a adaptar Bilbao Zerbitzuak, la entidad municipal responsable de gestionar los mercados y los cementerios (también el de Deusto, casi en desuso) tiene que ver con el auge de las cremaciones. En concreto, con la regulación ambiental de los materiales que se utilizan. Incluso se contempla recomentar a las funerarias cuidar la indumentaria de los cadáveres, o suprimirla, ya que aumenta el coste energético del proceso y también su impacto ambiental.

También se va a incidir en el tratamiento a la muerte perinatal, es decir, de bebés no nacidos o nacidos sin vida. «Ya tenemos un espacio habilitado donde las familias pueden dejar un recuerdo dentro de una cápsula», dice Álvaro Pérez, y se pretende también ofrecer «un acompañamiento y atención integral a las familias mediante una red de colaboración con entidades especializadas» en este tipo de duelo.

En materia de digitalización, «hemos puesto códigos QR para facilitar la identificación del lugar donde está enterrada cada persona», de modo que se facilita el acceso a familiares, a veces lejanos, que buscan a sus allegados. Esto, apunta el concejal, ya está en funcionamiento. De lo que se trata ahora es de adaptar la normativa para que recoja una práctica que está en marcha.