Carranza empezará mañana a abastecerse de agua de la localidad cántabra de Ramales

Carranza no puede esperar más. A partir de mañana comenzará a importar agua desde la localidad cántabra de Ramales de la Victoria. Los técnicos del municipio encartado están hoy mismo revisando las instalaciones del municipio vecino para comprobar desde dónde se realizará la toma y evitar así cualquier problema cuando los camiones cisterna comiencen mañana a trasladar desde allí 200.000 litros de agua cada día. Los vehículos, con capacidad para 28.000 litros, la llevarán hasta un depósito ubicado en el barrio de San Esteban, desde donde se distribuirá a la red.

«Llevamos días posponiéndolo porque decían que iba a empezar a llover, pero no podemos seguir alargándolo más. Si hay precipitaciones importantes pararemos, pero tenemos que intentar alargar un poco la vida de nuestras balsas», apunta a EL CORREO el alcalde de Carranza, Raúl Palacio, que hoy ha mantenido ya una conversación con su homólogo cántabro para concretar los detalles logísticos de la operación. En caso de que la situación persista, podrían comenzar a trasladar agua también desde el municipio de Ampuero, igualmente en Cantabria. «Se nos cobra una pequeña tarifa, lógicamente al tratarse de agua tratada. No diré que es algo simbólico, porque todo el dinero es importante, pero bueno...», ha añadido el regidor, quien ha quitado relevancia a estos costes.

El Ayuntamiento de Carranza ya mantuvo un encuentro el pasado 16 de agosto con personal de la Diputación de Bizkaia para explicarles la situación de «emergencia» que vivía el municipio. «Planteamos la posibilidad de una colaboración económica y de captación de agua. Como la respuesta fue negativa, contactamos con Cantabria», reitera Palacio. El municipio encartado mantiene desde hace tiempo un conflicto con el Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia, del que todavía no forma parte pese a que se había comprometido a hacerlo. Los principales escollos para ello son la falta de acuerdos en cuanto a las inversiones necesarias en el municipio, y principalmente la tarifa ganadera. En el Consistorio defienden que el coste planteado por la entidad haría inviable la continuidad de varias cabañas de animales.

Carranza ya tenía todo el proceso de traslado de agua protocolizado desde el pasado mes, cuando se contrataron los camiones y se obtuvieron los permisos sanitarios necesarios. Hasta el momento el municipio no ha tenido que realizar cortes de agua, pese a la situación de su principal balsa, que no puede superar el 43% de capacidad por problemas estructurales derivados de su construcción y que ya está por debajo del 14%. A este escenario se suma la necesidad de mantener las 12.000 cabezas de ganado que albergan las diferentes explotaciones repartidas por la localidad. «Hasta ahora no han estado sufriendo el problema, pero los ganaderos son conscientes de la situación que tenemos. No puedan hacer nada por su parte, salvo un consumo responsable», añade Palacio.

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