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Más tilos y menos coches en la nueva María Díaz de Haro
El Ayuntamiento quiere «dar la vuelta a la tortilla» en esta calle y que el peatón gane el espacio que ahora domina el tráfico rodado
La calle María Díaz de Haro une la Gran Vía con Autonomía y por ella circulan al día una media de 6.000 coches. ... Pero esto va a cambiar. «Vamos a convertirla en un corredor verde, una extensión natural del parque de Doña Casilda, que conectará con otro parque, el de Amezola», resumió el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. Este cambio se iniciará en breve, con la licitación de la primera fase de las obras, que durarán 14 meses.
Durante la presentación del proyecto, este martes en el Ayuntamiento, el concejal de Obras y Planificación Urbana, Asier Abaunza, recordó que María Díaz de Haro es una calle de un kilómetro de longitud y 25 metros de ancho de promedio que, en cierto modo, se ha quedado atrapada en el tiempo. «Es una de las principales avenidas que sigue ocupada por el vehículo, como era la ciudad en los años 80 o principios de los 90». Tocaba transformarla, y se ha partido de dos premisas. «En esta zona alta de Indautxu tenemos una escasez de zonas verdes y estanciales. Y, en segundo lugar, este eje permite articular un corredor entre el parque de Amezola y el de Doña Casilda».
La remodelación de toda la calle se ha acometido como un proyecto unitario, aunque se realizará en dos fases, comenzando por «la más ambiciosa», la superior, en el tramo que va de Simón Bolívar a Autonomía.
El alcalde precisó que «se actuará en una superficie aproximada de 9.000 metros cuadrados, de los que más de 6.000, dos terceras partes, se dedicarán a zonas verdes y peatonales». Por el contrario, el espacio para el tráfico se reducirá notablemente. «Ahora la zona peatonal apenas llega a los 3.000 metros cuadrados, mientras que la calzada supera los 5.500. Es decir, lo que vamos a hacer es invertir los espacios destinados a cada uso -destacó Aburto-. Muy pronto, el protagonismo recaerá en el peatón, en detrimento del coche».
Un solo carril de circulación
Como terció Abaunza, «le vamos a dar completamente la vuelta a la tortilla respecto a la presencia del vehículo y el peatón». En el tramo que se acometerá en esta fase «contaremos con un único carril de circulación», donde ahora mismo hay tres. Esta operación permitirá ensanchar las aceras «hasta los cuatro metros y medio, frente a los tres actuales, y crear un gran espacio central como corredor verde». En él se ubicará «un parque lineal, donde se habilitarán zonas estanciales y de paseo», con «un recorrido interno sinuoso».
El diseño de este corredor verde, «y más en concreto del parque que en él se va a ubicar», tendrá en cuenta «la armonía entre vegetación y peatón, a fin de crear un espacio de disfrute tanto visual como sensorial». Una fuente ornamental construida con piedra caliza y otros materiales nobles y la iluminación nocturna completarán la intervención urbanística. El alcalde avanzó que el Gobierno municipal procederá a la licitación de esta fase, que cuenta con un presupuesto de 3.115.000 euros, «en muy pocos días». «Una vez adjudicada la obra -agregó Aburto-, nuestra previsión es que se lleve a cabo en los próximos catorce meses».
La segunda operación, que se acometerá seguidamente, abordará el entronque de María Díaz de Haro con Gran Vía. Según explicó Abaunza, el planteamiento es que el parque de Doña Casilda «se adentre hacia la calle». Para reforzar la impresión de continuidad entre los dos ámbitos, «prevemos incorporar elementos de mobiliario que replicarán otros propios del parque, de tal manera que en este segmento de la avenida se reproducirá parte de lo que ya tenemos al otro lado de Gran Vía». Los árboles también ganarán presencia, aunque menor que en el tramo superior, «con una nueva mediana ajardinada».
Tres espacios abiertos para que los niños puedan jugar
«Niños y niñas tienen que ganar con esta intervención urbanística, porque en esta zona de Indautxu ahora mismo hay una escasez de zonas de juego», admitió Asier Abaunza. En la fase que se va a remodelar en primera instancia, el tramo entre Simón Bolívar y Autonomía, «vamos a crear tres espacios infantiles». Serán elípticos, de 145 metros cuadrados los dos primeros -dotados con pequeños elementos de juego; «dada la escala de la calle, no podemos instalar grandes columpios porque quedarían desproporcionados»- y de 170 el tercero, que se despejará de mobiliario. Se tratará de una zona de juego libre para los pequeños, «en la que puedan correr y jugar a lo que les apetezca sin obstáculos de por medio» y protegidos y separados de la calzada por el murete que delimitará la zona ajardinada.
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