Burla las medidas de seguridad del aeropuerto de Loiu y se cuela en la turbina de un airbus
Las fuerzas policiales detectaron al intruso dentro del avión gracias a que él mismo llamó a los servicios de emergencia exigiendo hablar con el Rey
Un individuo consiguió burlar todas las medidas de seguridad del aeropuerto de Loiu y se introdujo de madrugada en las turbinas de un airbus que ... iba a volar a Londres al día siguiente. Sucedió hace apenas dos semanas. Las fuerzas de seguridad le detectaron después de que él mismo llamase a SOS Deiak alertando de que estaba dentro de la estructura del avión. Estaba muy nervioso y quería hablar con el Rey. Fuentes oficiales de Aena insistieron en que la incursión de este sujeto no produjo «en ningún momento» una situación de «riesgo» para la «operativa» del aeropuerto ni para los propios pasajeros.
El incidente ha elevado la preocupación en torno a las medidas de vigilancia del aeropuerto de Loiu, el más importante del norte de España, que prevé cerrar este ejercicio con cerca de seis millones de usuarios. En torno a las tres de la madrugada, un hombre escaló una de las vallas que rodean 'La Paloma' –de unos dos metros de altura– y se introdujo en la denominada 'zona aire'. Se trata de un área restringida de máxima seguridad en el que los propios trabajadores del aeródromo tienen que superar un filtro de control.
La incursión no fue detectada ni por los sensores de movimiento ni por las cámaras
Deben hacerlo para poder introducirse dentro de este espacio, que en cualquier caso está vetado para los pasajeros. Incluso los bomberos y los controladores aéreos tienen que someterse a una serie de controles –por ejemplo se revisan sus coches y sus pertenencias para comprobar que no llevan objetos peligrosos– antes de empezar a realizar su trabajo.
Las vallas que rodean al aeropuerto están dotadas de un sistema de movimiento, que en principio detectan si alguien está tratando de escalarlas o de cortarlas con algún tipo de instrumento. El perímetro de seguridad también está protegido por cámaras de videovigilancia, entre otros operativos. Ninguna de estas herramientas detectó la presencia del individuo. Tampoco sirvieron para percatarse de que estaba saltando la valla. Y tampoco se le observó moverse libremente por el campo de vuelo.
Nueva intentona
De hecho, las alarmas saltaron a raíz de una llamada del propio intruso a los servicios de emergencias. Fue entonces cuando alertó de que había saltado una valla y se había introducido en un airbus A-320 que debía volar al día siguiente hasta Londres. El individuo aseguró que estaba muy nervioso. Exigió a los técnicos que le pusiesen al teléfono con el Rey. Después pidió conversar con el presidente del Gobierno y con el lehendakari. Al final, pidió que le pusiesen con alguien de la Ertzaintza.
El hombre se introdujo en el motor de un avión A-320 que debía volar al día siguiente a Londres
Tras realizar las comprobaciones necesarias, los servicios de seguridad comprobaron que el hombre podía estar diciendo la verdad: había burlado todas las medidas de seguridad y se había metido dentro de un avión. Fue entonces cuando se movilizó a la Ertzaintza y a la Guardia Civil. Los agentes de este último cuerpo policial, responsable de la seguridad en parte del aeropuerto, el que finalmente detectó y sacó del avión a este hombre, que fue conducido después por una ambulancia a un centro psiquiátrico. Se da la circunstancia de que este hombre, que al parecer vive en la calle cerca del cementerio de Derio, volvió a intentar introducirse en el aeropuerto la pasada semana. En esta ocasión, fue capturado antes de que consiguiese acceder al núcleo del área restringida.
No es la primera vez que la incursión de sujetos sin autorización en áreas restringidas cuestiona las medidas de seguridad de los aeropuertos. Hace algo más de un año, por ejemplo, dos personas sin permiso accedieron a una zona de acceso reservado en el aeropuerto de Foronda, en Álava. Aquel suceso puso en evidencia una serie de deficiencias que venía arrastrando el aeródromo alavés desde hacía tiempo, según advirtieron diversas fuentes. De hecho, desde que se produjo aquel incidente se tomaron diversas medidas para paliar algunas de estos problemas «físicos y operativos».
El aeropuerto refuerza la vigilancia nocturna a raíz del incidente
Fuentes oficiales de Aena, la empresa que gestiona los aeropuertos públicos españoles, aseguraron a EL CORREO que tras la incidente provocado por el hombre que se coló hace dos semanas en la turbina de un avión en Loiu se ha decidido revisar «los procedimientos de seguridad». Los mismos medios insistieron en que el objetivo es «evitar que vuelva a pasar». Y, para ello –añadieron–, lo que se ha hecho es «reforzar la vigilancia y la iluminación nocturna». En todo caso, desde Aena insistieron en que cuando se produjo el incidente el aeropuerto de Loiu «estaba cerrado» y, por tanto, «no estaba operativo», por lo que en su opinión no se produjo ninguna situación de «riesgo».
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