Los bomberos se forman para afrontar el «exponencial» aumento de rescates
Aprenden psicología y practican maniobras para atender mejor los casos de crisis
Las tentativas de suicidio crecen de forma «exponencial», según los dos cuerpos del territorio, que en conjunto atienden casos cada día. Recientemente, los bomberos de ... Bilbao salvaron a un joven que había trepado hasta un puente en Basurto. Accedieron con la escala y lograron agarrarle cuando estaba en plena caída. En otro municipio de Bizkaia, los forales rescataron a un menor en el alféizar de la ventana. Miraba al vacío en silencio. Estas actuaciones son las que más crecen, junto a la asistencia de personas impedidas en sus domicilios. Ambas están entrelazadas. «Nos encontramos con auténticos dramas sociales y familiares», explican. Estas situaciones terribles requieren de formación específica. Gerardo Santa Coloma, cabo del parque de Urioste y psicólogo clínico, comenzó hace tres años a formar a un equipo de instructores que enseñan a la plantilla y a las nuevas promociones tras comprobar en sus carnes que había «carencias».
«Estas intervenciones tienen un evolutivo creciente. No hay guardia en la que alguno de los parques no sea requerido, incluso simultáneamente». Asegura el profesional que las tentativas crecen en mayor medida entre las personas jóvenes por consumo excesivo de drogas o por maltrato y entre los ancianos. «La cantidad es aterradora. Una persona puede intentarlo diez o veinte veces. Así que lo mismo que tenemos que estar preparados para realizar desencarcelamientos o rescates en montaña, debemos estarlo para estas intervenciones, con las que hay que convivir». Los bomberos de Bilbao también se están formando. Dos incluso realizan una especialidad universitaria. Los propios profesionales insistían desde 2020 en recibir un cursillo de capacitación porque consideraban que no estaban respondiendo de forma idónea a estas emergencias al carecer, por ejemplo, de nociones de psicología.
Les produce miedo y angustia enfrentarse a estas situaciones cada vez más frecuentes que les generan un gran daño emocional. «Cuando vas a un incendio sabes más o menos lo que te puedes encontrar, pero en estos casos es muy difícil. Aquí piensas: ¿Y si se tira por mi culpa, porque lo he hecho mal?», relata un funcionario bilbaíno que se está formando en el ámbito de la suicidiología. En estas actuaciones, cualquier paso en falso o mal gesto, o incluso acercarse sin permiso, puede provocar que la persona se precipite al vacío.
Tensión
«Necesitábamos herramientas para poder estar a la altura y tratar con personas que están pasando por el peor momento de su vida». Algunas personas empezaron a formarse por su cuenta. Ahora, dos de los grupos han participado en un curso que imparte la Asociación Internacional de Psicología de Emergencias y que se extenderá a toda la plantilla. Previsto para 2022, se aplazó por cuestiones presupuestarias. «Hemos de rescatar a personas que están destruidas. Son intervenciones complicadas, llenas de tensión, y es necesario que sepan que vamos a ayudarles. Les practicamos primeros auxilios psicológicos», relata el instructor, Sergio Tubío.
En un incendio sabes lo que te puedes encontrar, pero aquí piensas: ¿Y si se tira por mi culpa?
Bombero de Bilbao
En dos jornadas, los bomberos del Ayuntamiento adquieren nociones de cómo preservar la propia seguridad y prevenir el estrés postraumático. Les enseñan técnicas de persuasión y contención de personas en crisis suicida, para que no les perciban como una amenaza. También practican maniobras para poder reaccionar con una mayor rapidez. La idea es impulsar la publicación anual de datos sobre avisos, estudiar los «puntos calientes» y trabajar la prevención en estos puntos.
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