Bizkaia ha multiplicado por seis desde 2014 el campo reservado a agricultura ecológica
Alentado por la Unión Europa, el Gobierno vasco decidió hace siete años dar un impulso definitivo a la agricultura ecológica. Aunque parezca una denominación redundante ... no lo es. Con ese nombre se conoce a una forma de trabajar el campo que busca la obtención de alimentos de la máxima calidad con el mayor respeto posible al medio ambiente. Sólo el 4,3% de los terrenos que se cultivan en Euskadi pueden lucir ese distintivo. En el caso de Bizkaia, el número de hectáreas reservadas para este fin se ha multiplicado por seis desde 2014.
El desarrollo del sector en este tiempo puede parecer limitado, especialmente si se tiene en cuenta que la Comisión Europea se ha propuesto que el 25% de los cultivos puedan calificarse así para el año 2027. Lo establece así el Plan de Acción comunitario para la Agricultura Ecológica, presentado el pasado mes de abril. El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Neiker no considera, sin embargo, que sean malos resultados.
La agricultura ecológica resulta muy compleja, especialmente en climas húmedos, como el del País Vasco. Además, supone una tarea compleja para el agricultor, que tiene que cumplir muy complicadas exigencias sobre fertilización y estado de la tierra, según explicó la jefa del Departamento de Producción y Protección Vegetal de Neiker, Amaia Ortiz Barredo, que este fin de semana ha participado en unas jornadas en Arkaute sobre el presente y el futuro del sector.
La superficie inscrita en agricultura ecológica en Euskadi es de 6.789 hectáreas frente a las 3.915 que había en 2014. En ese tiempo, en Bizkaia se ha pasado de 213 hectáreas a 1.417. Originalmente, la mayor parte del sector se localizaba en Bizkaia y Gipuzkoa, territorios dedicados al cultivo de frutas y hortalizas. Neiker centra ahora sus esfuerzos en Álava, donde se ha comenzado a impulsar el cultivo de trigo y otros cereales, pastos, forraje y vid.
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