Un bombero retira un gigantesco nido de avispa asiática de un parque. EL CORREO

Bizkaia lucha contra 65 especies foráneas, del visón americano a avispas y mapaches

Elimina 26.000 nidos de avispa asiática y 1.700 lagartijas foráneas, entre otros animales, pero los biólogos son pesimistas: «La batalla está perdida»

Lunes, 10 de marzo 2025

Conducen a la extinción a las especies locales, devastan la biodiversidad y son un pozo sin fondo de dinero público, porque una vez implantadas, erradicarlas ... es imposible pese a los esfuerzos. Son amenazas graves para el patrimonio natural y pueden suponer un peligro para la salud humana al ser vectores de enfermedades, como el mosquito tigre. Las especies exóticas invasoras llegaron como «polizones» o fueron introducidas por el ser humano con fines ornamentales, económicos o recreativos. El Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos tratan de poner control a una peligrosa invasión de consecuencias aún impredecibles. En Euskadi se censan, por ahora, cerca de 65 especies. Pero además, se prevé que la 'mediterranización' del clima fomente la implantación de muchas más procedentes de latitudes tropicales. «El panorama es desolador. La batalla está perdida y lo único que se puede hacer desde las administraciones es invertir millones para favorecer su control», explica el biólogo experto en polinizadoras Juan Carlos Pérez Hierro, del Colegio de Biólogos de Euskadi.

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Los primeros visones americanos, relacionados con la trágica merma del visón europeo, se localizaron en el río Butrón en 1993, procedentes del escape que se produjo en un granja peletera de Mungia en los años ochenta. La población fue prosperando y se dispersó. Ejemplares con el genotipo de los de la granja de Mutriku se reprodujeron con la población procedente del Butrón y dominaron el Artibai y el Lea. Algunos eran portadores de la enfermedad aleutiana, un virus que transmitieron a los mustélidos locales. La Diputación inició en 2014 su erradicación y profesionales forales y expertos contratados capturan al visón americano con trampas situadas en plataformas en los ríos. Después, se les suministra una muerte indolora.

Un propietario de una granja peletera sujeta un visión americano. E.C.

Desde que arrancara el plan, se han retirado 303. Aun así, no es el único mamífero invasor: la rata almizclera, el coipú o el mapache están en el listado. Los mapaches llegaron desde Cantabria. La Diputación ha retirado 23 del río Carranza desde 2019, aunque también han sido avistados en Lemoiz y después, en Lekeitio, explican desde el Departamento de Medio Natural y Agricultura. Las campañas se desarrollan de manera sistemática de mayo a octubre.

La avispa asiática, mientras, no solo está produciendo pérdidas millonarias en la apicultura, si no que también está poniendo en riesgo a otros polinizadores. Es capaz de devorar, además de abejas, mariposas e insectos de todos tipo. Bizkaia ha retirado casi 26.000 nidos en diez años y asegura que la especie se ha estabilizado desde 2019 tras alcanzar una expansión vertiginosa. Los productores cada vez tienen que invertir más tiempo y dinero en producir miel. La avispa espera agazapada en el exterior de las colmenas para atrapar a las abejas y despedazarlas. El resto de abejas se asustan y dejan de salir al exterior para recoger el polen. Se confinan en la colmena, por lo que también acumulan menos reservas para el invierno. Y las roban el alimento. Mueren más y crían menos. También el picudo rojo, un escarabajo inofensivo para los humanos pero que ataca a las palmeras, ha desembarcado en Bizkaia desde finales de 2023. La plaga ha asolado varios palmerales en la zona levantina y desde 2021 se ha ido expandiendo por la cornisa cantábrica de oeste a este.

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La lagartija de las Pitiusas, mientras, ha invadido Gaztelugatxe. La Diputación inició en 2008 el seguimiento de la especie y se han retirado 1.734 ejemplares. Pero erradicarla es ya misión imposible y «las tareas se centran en su control», explican fuentes forales. En Bilbao, la lagartija italiana, localizada en el parque Etxebarria, amenaza a la lagartija roquera local. Un alumno de la Sociedad de Ciencias Aranzadi encontró por casualidad al primer ejemplar en 2016. Hay poblaciones estables en Almería, en la playa de Ris (Noja) y en Santander, en Cantabria. También en Baleares, donde especialmente en Menorca amenaza a las poblaciones locales. Asimismo, ha sido localizada en el monte San Antón de Getaria.

En su contexto

Animales

El mapache, la cotorra de Kramer, la barnacla canadiense, la cotorra argentina, la malvasía canela, el ganso del Nilo, la rata almizclera, el nematodo de la madera del pino, el pez albuirno, el cangrejo cherax destructor...

Plantas

El plumero de La Pampa, Baccharis halimifolia o chilca de hoja de orzaga o carqueja, el árbol de las mariposas, la falsa acacia, la acacia negra, la conocida como lechuga de agua, la uña de gato o llorona, el bambú japonés...

Algas

Ya se ha detectado un alga invasora: la Sargassum muticum o alga de alambre japonesa. Es un alga parda, originaria de la costa china y japonesa. Se observó por primera vez 1985 en Gipuzkoa. Ahora está por toda la costa cantábrica.

En las aguas

Un pescador tras capturar un siluro de gran tamaño. E.C.

En las aguas, las especies autóctonas también tratan de sobrevivir ante los ataques de especímenes foráneos que se han hecho con su hábitat. El cangrejo asiático y la quisquilla japonesa se capturan de forma habitual en la ría de Bilbao procedentes de «las aguas de lastre de los buques». En los ríos, el cangrejo rojo y el cangrejo señal amenazan al autóctono, al que han transmitido enfermedades, y ahora relegado a las partes altas de algunos ríos. La introducción de especies para la pesca recreativa también ha provocado que existan monstruosos siluros, especies como el pez gato, la perca americana, la perca sol, la carpa común, el lucio...

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Cuando se captura uno de estos ejemplares no se puede devolver al agua. También las tortugas locales, el galápago leproso y el galápago europeo, se mueren; el galápago americano, importado masivamente como mascota, terminó con los autóctonos. El proyecto SOS Galápagos nació en 2001 en el humedal de Bolue de Getxo para descubrir ejemplares y eliminar a los que ocupan su nicho ecológico. En 2005 se extendió a toda Bizkaia. Se han retirado ya unas 2.000 tortugas exóticas. Y especialmente perjudicial para las infraestructuras públicas es el conocido mejillón cebra, porque se reproduce tanto que es capaz de inutilizar redes de abastecimiento y convertir los lechos fluviales en cementerios para otras especies con sus populosos asentamientos.

Su presencia acarrea una disminución del fitoplancton y además compite por el alimento con peces y cangrejos autóctonos. Se aposta en masa sobre las almejas de agua dulce, hasta matarlas. Apareció por primera vez en 2006 en Sobrón y ya vive en ríos y pantanos de toda Euskadi. Eliminarlo es imposible biológica y económicamente y la lucha se centra ahora en minimizar daños y evitar que se implante en nuevas zonas. La presencia de la almeja asiática también acaba de ser confirmada por primera vez en Gipuzkoa, en el tramo bajo del río Oria. Había sido previamente registrada en los embalses de Undurraga (Bizkaia) y Urrunaga (Álava) en 2015 y 2016. Es aún peor que el mejillón cebra y puede generar más de 100.000 «hijos» a lo largo de su vida. En cuanto a las plantas, Pérez Hierro alerta de la archiconocida como el plumero de la Pampa. Pero también la hierba nudosa japonesa (Fallopia japonica) o el árbol de las mariposas se encuentran entre las más peligrosas por su potencial invasor. La agave americana, el ailanto, la uña de gato, la mimosa, la falsa acacia, la caña o el bambú japonés son otros ejemplos de una invasión silenciosa imparable.

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