Bizkaia eleva la compensación por acoger menores desprotegidos

Actualmente, cerca de 300 menores vizcaínos están acogidos: 155 con abuelos y tíos y 115 con otras familias. Otros 22 también viven con familias ajenas en guarda con fines de adopción. Aunque la Diputación no ha aportado ahora el dato, en junio, más de 70 esperaban en centros la llegada de una familia de acogida.

La institución ha mejorado ahora las cuantías compensatorias que se abonaban desde abril de 2021, cuando se publicó el último decreto regulador, para «potenciar y promover de forma decidida el acogimiento familiar y la guarda con fines de adopción» y ha eliminado preceptos que establecían incompatibilidades con otras percepciones públicas y privadas. Si el servicio de guardia identifica una situación de desprotección grave tras una llamada del hospital, de la policía o de los juzgados, recurre a una red de familias con gran disponibilidad para que realicen un acogimiento de urgencia. Hay familias vizcaínas, siempre disponibles, que ya han atendido hasta a ocho bebés.

El acogimiento de urgencia suele tener una duración máxima de seis meses. A las familias -que pueden tener varios menores de forma simultánea- se les compensa con 690 euros mensuales, un 6,15% más, con un máximo de 2.760 euros. Después, una vez valorada la situación del menor, se le puede entregar en acogida temporal, para un máximo de dos años, si tiene posibilidad de reintegrarse en su familia biológica, o en acogida permanente. En ambos casos se abonan 500 euros mensuales como compensación, un 19% más que antes, con un máximo de 2.000 euros. Si presentan circunstancias especiales, -tienen siete años o más, discapacidad, problemas de salud especiales o de conducta o son menores extranjeros no acompañados o grupos de hermanos- la cuantía crece hasta los 600 euros mensuales, un 11% más, con un máximo de 2.400 por familia.

Mientras, hay acogimientos demenores con graves problemas de conducta, de salud mental, de adaptación o patologías, los acogimientos especializados, que requieren que alguno de los miembros de la familia tenga formación específica y experiencia profesional en el ámbito de la educación, la salud o los servicios sociales. Estos se compensan con 1.475 euros (un 10% más) con un máximo de 5.900 euros, y los que requieren de una dedicación exclusiva porque precisan cuidados especiales, con hasta un 27% más, con un máximo de 2.600 euros.

Desde Acción Social explican que «siempre se necesitan familias de acogida». En la web foral hay información sobre las diferentes modalidades y se ofrecen charlas todos los meses. Las familias deben cumplir algunos requisitos y después son seleccionadas y, en su caso, formadas. Es importante, además, que tengan claro las diferencias entre una acogida y una adopción.