Usuarios de Bizkaibus hacen cola para acceder a una de las unidades en Bilbao. manu cecilio

Bizkaia deja el coche y se sube al transporte público por el encarecimiento de la gasolina

Las ventas en las estaciones de servicio caen hasta un 30% este mes y Bizkaibus está a punto de recuperar el volumen de viajeros de 2019

Viernes, 18 de marzo 2022, 01:36

Ahora la historia se mueve a toda velocidad y ya no hay que esperar meses y años para detectar cambios de tendencia en materia de ... transportes. Se ve muy bien con la crisis energética. Los precios disparados de los combustibles están motivando que muchos conductores vizcaínos dejen el coche en el garaje y regresen al transporte público, revirtiendo así lo ocurrido durante la pandemia.

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Analicemos primero cómo se ha reducido la utilización del vehículo privado. Quienes más lo están notando son las gasolineras. «Este mes las ventas han caído más del 20% y en algunos casos hasta el 30%», constata Nuria Lekue, presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Bizkaia (Estaserbi). Hay que tener en cuenta que los precios del combustible están en una subida imparable desde enero, que arrancó con el diésel ya alto, a 1,39 euros de media, y la gasolina 95 a 1,51. El encarecimiento fue constante en las semanas siguientes hasta dispararse con la invasión de Ucrania. En marzo se han puesto a 1,90 y 2,03, respectivamente, aunque en las últimas jornadas han bajado unos céntimos.

Semejante repunte ha provocado lo previsible: que mucha gente deje el coche en casa. Además, «quien antes llenaba el depósito ahora mete 50 euros», apunta Lekue. También están notando la huelga del transporte. Y, en términos de ocio, en las gasolineras detectan que el fin de semana el movimiento se ha contraído mucho. «Familias o parejas que se iban a pasar el sábado o el domingo a Navarra, Gipuzkoa o Burgos ahora se quedan en casa». Hay que notar que las estaciones de servicio, a menudo, son un lugar eficiente para el intercambio de confidencias entre cliente y gasolinero, y más cuando hay que afrontar facturas de más de cien euros por llenar el depósito. Surge ahí como una complicidad en la adversidad.

Existe otro indicador que refleja de manera muy clara cómo se mueven menos coches: las entradas de vehículos en Bilbao. El uso del transporte privado ya había prácticamente recuperado la normalidad prepandémica a costa del transporte público. El miedo al contagio en los metros y autobuses abarrotados, ya se sabe, había reverdecido los viejos y poco sostenibles hábitos de movilidad. Hasta ahora.

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Según datos facilitados por el Área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao, este lunes, 14 de marzo, entraron en la capital 79.352 vehículos. Ha sido el lunes con menos afluencia de lo que va de año y la tendencia a la baja es perceptible desde que los precios del combustible se comenzaron a disparar hasta límites intolerables. El lunes 7 de febrero se contaron 89.707, que fueron bajando semana a semana en un goteo constante y sostenido hasta los 79.352 mencionados.

«Esperamos que esta tendencia se consolide», desea el concejal adjunto de Movilidad del Ayuntamiento de Bilbao

Es cierto que, estando la cosa bastante clara, analizar lo ocurrido únicamente en un día podría resultar poco fiable. Fijémonos entonces en la última semana completa, desde el 7 al 13 de marzo. Accedieron a la ciudad 529.047 vehículos. Pues bien, ha sido con diferencia la semana con menos afluencia del año. Sólo quince días antes habían sido nada menos que 571.768.

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Como es lógico todo lo anterior ha tenido su repercusión en el transporte público. Según el diputado de Transportes, Miguel Ángel Gómez Viar, Bizkaibus está ganando viajeros este marzo como no lo había hecho en muchos meses. El pasado febrero se había cerrado con el 86,4% de los usuarios que había antes de la pandemia, momento que se tiene como referencia. El porcentaje se mantenía estable desde el año pasado y no lograba repuntar en condiciones. Pero en marzo se ha disparado y «a finales de mes esperamos estar casi al 95% respecto a las cifras de demanda del mismo mes de 2019».

Tendencias y costumbres

En Metro Bilbao aún no dan datos porque «es pronto para ver cambios significativos». Pero en Bilbobus sí que se aprecia una mejora notable. No tanto como en Bizkaibus porque al fin y al cabo los desplazamientos dentro de la ciudad en coche tampoco son para tanto. Pero se está notando. La referencia, como en el caso de los buses forales, es 2019, y «desde diciembre estábamos estancados en el 84% de viajeros con respecto a antes de la pandemia», dice Álvaro Pérez, concejal adjunto de Movilidad. Pues bien, en marzo esa proporción «ha subido hasta el 87%». Esa mejora de tres puntos en sólo un par de semanas es inédita.

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Pérez no sólo confirma el trasvase del coche al transporte público, sino que confía en que no sea flor de un día. «Somos animales de costumbres y normalmente estas tendencias se consolidan. Esperamos que una vez que la gente está regresando a la rutina del autobús y el metro no haya una vuelta atrás hacia el vehículo privado».

Dos realidades

79.352vehículos entraron en Bilbao el pasado lunes, que fue el lunes con menos afluencia de tráfico privado en lo que va de año. Un mes antes se rozaban los 90.000. La semana pasada, en los siete días, se registraron 529.047, en la que también fue la semana con menos movimiento, con 41.000 vehículos menos que quince días antes.

86,4%de viajeros tenía Bizkaibus en febrero con respecto al mismo mes de 2019, antes de la pandemia y momento que se toma como referencia. Los usuarios llevaban estables desde hacía meses, sin lograr aumentar, hasta ahora. Marzo se espera cerrar con el 95%. En Bilbobus también se ha subido del 84% al 87% en sólo un par de semanas tras cuatro meses de estancamiento.

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