Bildu quiere limitar la construcción de hoteles en Bilbao
Pide que la reforma legal que prepara el Ayuntamiento para contener la proliferación de pisos turísticos afecte a todo tipo de alojamientos
La proliferación de pisos turísticos en Bilbao tiene dos efectos negativos fundamentales. El primero, que llena ciertas zonas de la ciudad de gente que está ... de paso mermando así la calidad de vida de los residentes y dinamitando el pequeño comercio tradicional. El segundo, que presiona aún más el mercado de la vivienda, contrayendo la oferta residencial, y agravando un problema que tiene trazas ya de emergencia social. El Ayuntamiento de Bilbao prepara una reforma del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para limitar la apertura de nuevos pisos turísticos en aquellas zonas más saturadas, las que tienen más de 2,5 camas por cada cien habitantes. Son Casco Viejo, Bilbao La Vieja, Matiko, Abando, Indautxu y Olabeaga. Ahí se exigirá que estos alojamientos tengan un acceso independiente desde la calle, lo que en la práctica es un obstáculo casi insalvable que corta el paso a nuevas aperturas.
A EH Bildu le parece que con estos mimbres se está desperdiciando el momento para hacer una regulación que ponga coto al problema de forma eficiente. La portavoz soberanista, María del Río, y el concejal Karlos Renedo han dado a conocer este viernes las alegaciones que van a presentar en el proceso abierto para la reforma del PGOU. Uno de los aspectos fundamentales es incluir a los hoteles en la ecuación. Es decir, no sólo limitar la apertura de nuevos pisos y habitaciones turísticas, sino contener también la apertura de otros tipos de alojamientos entre los que se incluiría, además de hoteles, a pensiones, hostels, etcétera. Lo que quieren es que en aquellas zonas con más de diez camas por cada cien habitantes no se autoricen nuevas licencias para ningún tipo de alojamiento turístico. Esto afectaría a Casco Viejo y Abando, que están en 16,6 y 12,1, respectivamente. Además, la idea es que la cifra de camas turísticas se vaya reduciendo, no permitiendo cubrir los huecos que dejen los cierres, hasta reducir el impacto al límite establecido, las mencionadas diez camas.
Por otra parte, y fijándose de manera específica en los pisos y habitaciones turísticas (no en los hoteles), los soberanistas quieren limitar a un 2% el uso turístico del parque residencial. Una proporción que ya se supera, aseguran, en el centro de la ciudad e incluso en Olabeaga.
«Nuestro objetivo es establecer una herramienta que sirva para hoy y también para mañana, ya que la oferta turística va a aumentar», dijo Del Río. Estar preparados para el futuro. Se refiere a que, según avisan, la propuesta del equipo de gobierno no incluye el criterio para determinar las zonas tensionadas. Es decir, se utilizó el límite del 2,5 camas por cien habitantes en los estudios previos, pero no se recoge en la norma. Eso, en su opinión, conlleva dos inconvenientes: el primero, que al no incluirse en la redacción de un texto que al final lo que limita es el derecho de propiedad, lo convierte en fácilmente recurrible por los propietarios afectados. El segundo, que si, como prevén, las nuevas aperturas de pisos turísticos se van a los barrios perimetrales, no hay manera de aplicar el nuevo criterio para imponer las limitaciones de las zonas saturadas. Así que para adaptarse a la nueva situación, para determinar nuevas zonas tensionadas, sería necesaria una nueva reforma del PGOU, con el largo, complejo y caro proceso que eso supone.
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