Bilbao sufre la mayor pérdida de población de los últimos veinte años

Antes de entrar en todo esto hay que explicar las cifras. Se habrá notado el uso del condicional en el párrafo anterior. Es porque los datos de 2021 no están cerrados, pero la tendencia sí es clara. Como cada mes de enero que se hace el balance demográfico, hay que comenzar avisando de que una cosa es la foto fija que ahora ofrece el padrón municipal, y otra diferente la cifra oficial consolidada que cerrará el Instituto Nacional de Estadística (INE) dentro de unos meses. Esta última 'limpiará' la primera, la que tenemos ahora, de «bajas no actualizadas y duplicidades», explica Martín González, coordinador de estadísticas demográficas del Instituto Vasco de Estadística (Eustat). Se hace cruzando los datos de los padrones de todos los municipios españoles.

Esta maniobra se aprecia muy bien cada año con los datos facilitados por el Ayuntamiento de Bilbao, cuyos expertos también insisten mucho en que las cifras que arroja ahora el padrón no son definitivas. La evolución ha sido esta: el 29 de enero de 2020 la 'foto fija' era de 352.063 personas empadronadas un día cualquiera de enero, que el INE dejó unos meses después en 350.184. En 2021 se pasó de 349.801 a la oficial de 346.405. ¿Y ahora? Pues a 11 de enero se cuentan en el padrón de la ciudad 347.037 personas. Son 5.000 menos que en el dato comparable de dos años antes. Y, vista la dinámica seguida por el INE en ejercicios precedentes, la previsión es que el recuento oficial baje hasta alrededor de los 345.000. Quizás menos. Habrá que ver lo que pasa.

Pero de momento lo que está claro es que la población de Bilbao sigue cayendo, algo que al experto del Eustat le parece un dato relevante porque podría consolidar un cambio de tendencia con respecto a lo ocurrido en los últimos años. ¿Qué es eso que ha ocurrido? La sucesión de acontecimientos fue la siguiente: la crisis financiera de hace una década aceleró una pérdida de habitantes en Bilbao, que llevaba tiempo percibiéndose, y en 2017, según datos del INE, se tocó fondo con 345.110 habitantes. Luego, al calor de la recuperación económica, hubo subidas sostenidas hasta enero de 2020, cuando se alcanzaron las 350.184 personas. Pero llegó la pandemia y se terminó la fiesta.

El descenso hasta los 346.404 de enero 2021 (según el dato consolidado del INE) podría verse como un fenómeno puntual producto de un año dramáticamente pandémico. Pero ahora se enlaza otro ejercicio de caída, que además será notable. «La tendencia al alza que había desde 2017 se rompe», asume González. ¿Entraremos entonces en una dinámica descendente? «Todo dependerá del saldo migratorio». De que lleguen extranjeros. Y sólo llegarán «si hay crecimiento económico». El problema es especialmente visible en Bilbao, pero afecta a todo Euskadi. «Desde 2014 el crecimiento poblacional de la comunidad autónoma depende de que lleguen personas de otros países». Por eso es tan importante ganar en competitividad y en atractivo para implantaciones de empresas.

Bilbao es un ejemplo muy bueno de esta dependencia del extranjero porque el último repunte en el padrón, cuando se superaron los 350.000 habitantes, se produjo el ejercicio anterior a la pandemia, cuando llegaron más de 4.000 ciudadanos de otros países hasta sumar algo más de 35.000 inmigrantes en la ciudad, según datos facilitados por el Ayuntamiento. Cifra que ahora, dos años después, se mantiene.

Como queda dicho, que se mantenga no es suficiente para contener la sangría demográfica. Aún no están cerrados los datos de 2021 en cuanto a nacimientos y defunciones en la ciudad, pero el panorama no será muy diferente al de ejercicios precedentes. Desde 2015 Bilbao registra cada daño más de 3.900 defunciones (en 2020 se dispararon a 4.512 por el coronavirus). Mientras, los nacimientos rondan los 2.400 (en 2020 menos aún, 2.232, el registro más bajo conocido).