Bilbao se derrite por un helado: colas de cien metros para conseguir gratis este dulce
La famosa heladería Capra cumple 45 años y lo celebra repartiendo todo el producto de su nueva tienda en la calle Askao del Casco Viejo
Alin Blanco
Sábado, 2 de agosto 2025, 21:02
Una cola de 100 metros de largo se ha formado durante la tarde de este sábado alrededor de la nueva tienda de Helados Capra en ... Casco Viejo. ¿El motivo? Regalaban un helado a los 200 primeros para celebrar tanto su 45 aniversario como la apertura de este nuevo establecimiento, ubicado en la calle Askao.
Maite y Juantxu han sido los primeros en la fila. Han venido con sus hijos Jon y Uxue desde Barakaldo. «Llevamos esperando una hora y veinte minutos», aseguran. Con tiempo suficiente para pensar el sabor que desean pedir, ya lo tienen claro. Uxue ha elegido mora y 'pitufo', el helado más solicitado por los más pequeños.
Aunque en un principio solo iban a regalar 200 cucuruchos –para los primeros de la cola–, ante el éxito de la convocatoria, los dueños han decidido no dejar a ninguna persona sin una bola de esta deliciosa crema helada. Así que han continuado repartiendo hasta que han vaciado tanto las cubetas expuestas como todas las reservas de las que disponían en el local. «¡Así somos los de Bilbao! -se reía Álvaro López, uno de los fundadores-. Además, no podemos dejar a nadie con el gusanillo».
La famosa empresa bilbaína abrió su primera tienda en la Villa en 1980, y ahora cuentan con cerca de 30 establecimientos repartidos por todo Bizkaia, y algunos también en Cantabria. «Es un orgullo que tantos vizcaínos confíen en nosotros, es gracias a ellos que hemos podido crecer», señala López. «Cuidamos con mucho mimo nuestro producto. Siempre tratamos de conseguir los mejores ingredientes para obtener el mejor sabor y calidad, y creo que eso es algo que nuestros clientes valoran», explica.
Capra posee muchos de los kioskos de helados de la capital, pero aclaran que no son «ni una cadena, ni una multinacional». «Somos un negocio familiar que, con mucho esfuerzo, hemos llevado cada puesto hacia adelante», añade. Álvaro fundó la marca junto a su hermana, con quien llevó la empresa hasta hace dos años, y ahora es su hijo Ander quien, junto a su yerno, Gabriel Jauregui, lo llevan. Pero el oficio de las cremas heladas es algo que les viene de lejos. «Mi tío y mi abuelo eran heladeros y fueron quienes me enseñaron», señala Álvaro. Ahora son las nuevas generaciones quienes regentan la empresa y continúan con el legado familiar.
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