Teatro de calle en Ledesma para denunciar el ruido nocturno que impide el descanso de los vecinos. Maika Salguero

Bilbao analizará el ruido nocturno antes de tomar medidas para restringir el ocio

El Ayuntamiento encarga un mapa con los lugares más castigados de la ciudad para determinar dónde establecer zonas de protección acústica especial

Martes, 18 de abril 2023, 01:11

Si hay un conflicto recurrente y aparentemente irresoluble es el que enfrenta al ocio nocturno con los vecinos que padecen sus ruidos y la ausencia ... de sueño. El Ayuntamiento de Bilbao quiere hacer ahora un nuevo intento para avanzar hacia la solución: acaba de licitar la elaboración de un mapa en el que se determine dónde y de qué manera se produce este tipo de situaciones en la ciudad.

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¿Acaso no sabe ya todo el mundo dónde hay jaleo por las noches? Álvaro Pérez, concejal adjunto de Movilidad y Sostenibilidad, admite que sí, pero es necesaria la constatación científica del fenómeno para justificar en el futuro tomar ciertas medidas para contener el problema. «No es lo mismo el ocio nocturno que hay en Santutxu que en Ledesma; no es lo mismo que en una zona haya botellón, que terraceo, o discotecas», razona. En función de cada caso, habrá que tomar medidas diferentes.

¿Qué medidas? Son variadas. Se recogían en la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) de Uribitarte, que se implantó en el año 2020 y que fue tumbada por los jueces a instancias de los hosteleros. Recuerda Álvaro Pérez que aquello estuvo motivado no por el fondo de las medidas adoptadas, sino por la forma, por «la calibración» de los mecanismos que se utilizaron para medir los ruidos por la noche.

Así que ahora se trataría de volver a ensayar medidas para tratar de conciliar la diversión con el derecho de los vecinos al descanso. El concejal adjunto apunta que hay toda una batería de posibilidades: desde un aumento de la presencia policial hasta limitaciones de horarios o restricciones en las terrazas. De modo que en caso de botellón, práctica ilegal, sería más atinada la intervención policial; mientras que en zonas de terrazas entrarían en juego las limitaciones de horarios.

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Casi un centenar de sensores medirán la contaminación acústica producida por el botellón y la hostelería

Una historia detrás

Para la elaboración del mapa se utilizarán los 64 sensores fijos que el Ayuntamiento tiene distribuidos por la ciudad, además de una veintena móviles, y los que aporte la empresa que se lleve el contrato. Hay que recordar que el año pasado Bilbao elaboró su mapa de ruidos emitidos por el tráfico, pero no por el ocio nocturno, que es un asunto que despierta una especial «sensibilidad», asume Pérez. «Lo que queremos es conciliarlo con el descanso de los vecinos».

El contrato que acaba de salir a licitación tiene un presupuesto de 72.000 euros (IVA excluido) y la empresa que se lo lleve tendrá diez meses para elaborar el estudio. Con esa información, el Ayuntamiento tendrá la herramienta para arbitrar las medidas que tenga por convenientes en cada zona de la ciudad.

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Como telón de fondo están las protestas habituales de colectivos vecinales, sobre todo en el barrio de Abando, y los toques de atención que el Defensor del Pueblo le ha dado al Ayuntamiento por pasarse la pelota de unas áreas a otras evitando dar respuesta adecuada tanto a las peticiones de información de esa institución como a los vecinos.

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