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Una ficción jurídica es, según el Diccionario Panhispánico, un artificio que permite otorgar efectos jurídicos a una situación o relación inexistente, como si se hubiera ... producido. Y es lo que, durante más de tres décadas, sucedía con el lugar de nacimiento de los niños. Desde 1991, pese a haber llegado al mundo en un hospital, era posible inscribir a los bebés en el Registro Civil como naturales del municipio en el que residían sus progenitores. Hasta hace año y medio. El cambio normativo sigue pillando por sorpresa a las familias y desbordando la paciencia de los funcionarios encargados de realizar estas anotaciones, que cada día tienen que explicar a los progenitores que, independientemente de dónde sean, en la documentación de sus hijos figurará que proceden de Bilbao o de Barakaldo, los únicos municipios vizcaínos con maternidades.
«La gente se asombra cuando les decimos que no pueden inscribir a su hijo en su localidad de residencia», expone una funcionaria de un registro, que reconoce que, «cuando nos explicaron el nuevo sistema, nos pareció extraño que funcionase así, porque supone quedarse sin niños en los pueblos». Esa «nostalgia» es la que sintieron los padres de Mikel, nacido hace algo más de medio año. Natural de Erandio, en su DNI pondrá que es de Barakaldo, algo que tampoco preocupa en exceso a sus progenitores, para quienes hay cosas más importantes.
Pero en esos momentos, con los nervios a flor de piel, hay quienes «pagan esta situación» con los funcionarios, que cumplen la norma pero no son quienes la escriben. ¿Y de dónde viene este viraje en las inscripciones? Pues procede de la Ley 20/2011 del Registro Civil, cuya entrada en vigor se pospuso hasta 2021, momento en el que empezó su despliegue progresivo. La vigencia de esa norma comienza al implantarse el sistema Dicireg, un modelo que permite la tramitación de expedientes por vía electrónica y en el que se anotan todos los hechos relativos a cada persona.
Euskadi fue la primera comunidad autónoma en culminar la aplicación de ese modelo, que todavía no está operativo en todo el territorio nacional. El primer partido judicial vasco en sumarse fue Bilbao, en noviembre de 2022, y su instauración concluyó en julio de 2023 con la incorporación de Balmaseda y Gernika.
«Que ya solo se pueda inscribir en los municipios de los hospitales es algo que sucede en todo el país», aclaran desde la Dirección de Administración de Justicia del Gobierno vasco, competente en la gestión de recursos del Registro Civil, que no obstante se rige por la legislación nacional. «Hay casos de bebés que por problemas médicos sus madres, de aquí, han tenido que ir a dar a luz a otra comunidad y cuando vienen al registro, no se les puede inscribir como nacidos en su municipio», añade la misma funcionaria antes de aclarar que «las únicas excepciones que tenemos es cuando el nacimiento se produce en casa, que se inscribe como nacido en ese lugar, o en un traslado».
En el Departamento de Justicia y Derechos Humanos admiten que «hay muchísimas quejas». «La gente se enfada y lo muestra con las personas que lo tienen que inscribir», lamentan. Y sucede tanto en los registros civiles como en los hospitales. Desde hace casi una década, y para facilitar las gestiones a las familias, es posible inscribir a los recién nacidos, en las primeras 72 horas, en los centros sanitarios. «Les explicamos que su hijo aparecerá como nacido en Bilbao o en Barakaldo (en función del hospital en el que se produzca el alumbramiento) y a muchos no les hace gracia», asegura una trabajadora de este servicio, que insiste en que «nosotros no tenemos la culpa de esta situación; hacemos lo que marca la ley».
No siempre es posible anotar al niño en el centro sanitario; bien sea, explican desde la Dirección de Administración de Justicia, porque «los fines de semana no se registra» o porque los progenitores no lo han hecho en esas 72 horas. Pero, cuando estos progenitores acudan al registro civil o al juzgado de paz de su pueblo, se hará constar que el menor ha nacido en ese centro sanitario.
De hecho, quienes registran en los hospitales, en ocasiones tienen que disuadir a las familias de que vayan a la localidad en la que viven a realizar la inscripción. «A veces piensan que si van a la oficina de su pueblo se lo van a inscribir como nacido allí, pero no. Se lo van a inscribir, pero como nacido en Bilbao o en Barakaldo», afirma.
La Ley 20/2011 del Registro Civil, la que está detrás de que ya no se pueda inscribir a los bebés como nacidos en el municipio en el que residen sus progenitores, «está a falta de desarrollo reglamentario». Esto significa que todavía puede darse la vuelta a esta situación. Desde la Dirección de la Administración de Justicia del Gobierno vasco recuerdan que, en 1991, se añadió una disposición a la normativa de 1956 que permitió esa «ficción jurídica» de anotar a un niño en un lugar diferente al de su alumbramiento. Entonces se promovió «una modificación de la ley» y, en el caso de la última normativa, aprobada hace catorce años pero cuya entrada en vigor se pospuso hasta 2021, también sería posible impulsar ese cambio o introducir en el futuro reglamento esa posibilidad. Eso sí, insisten en que desconocen «la intención que hay» en este sentido, ya que la elaboración de ese reglamento no corresponde a las administraciones autonómicas, sino a la central.
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