Un BBK Hirian en Basurto pasado por agua
BBK Hirian lo tuvo difícil a causa de la lluvia. El festival urbano, que va por su tercera edición, pasó por varios momentos debido a la lluvia. Comenzó con un mediodía soleado y caluroso para dar paso a un xirimiri que hizo huir a parte del público. Pero, a media tarde, los cielos grises dejaron disfrutar de los conciertos, aunque no por mucho tiempo, porque volvieron las precipitaciones.
De hecho, los últimos conciertos del día fueron cancelados debido al clima. Los escenarios no estaban cubiertos ni por lonas ni por ningún tipo de techumbre, algo que «imposibilita el desarrollo normal del concierto», según la organización. Los espectadores se quedaron sin ver a Nena Daconte, la más esperada por el público. Iba a ser el «broche de oro» del día, pero no pudo ser.
La intermitencia de la lluvia desesperó a algunos: «Me voy dentro de un bar, no aguanto», pero otros no pararon su diversión: «¡Que estamos en Euskadi, la lluvia forma parte de nosotros, a seguir bailando!».
Es un hecho, el «hermano pequeño» del BBK Live no dejó indiferente a nadie. Con una gran variedad de grupos y estilos, conquistó a los más «festivaleros» de Bilbao. Diez horas de música que se repartieron entre los cuatro escenarios distribuidos por el barrio de Basurto: BAT, ubicado en La Perrera; BI, en la plaza de Sabino Arana; Hiru, en Dr. Díaz Emparanza; y BASOA en Estación Basurto.
Sin duda, uno de los conciertos que más éxito tuvo fue el de Los Chikos del Maíz, un grupo de punk-rap que busca la crítica social en sus letras. Los raperos consiguieron reunir a cientos de personas, muchos de ellos auténticos fans que llevaban camisetas del grupo y coreaban todas las canciones. Pero una gran mayoría se acercó para disfrutar de un concierto en el que triunfó el buen rollo.
Flamenco e indie
El grupo de rap reinó en el escenario BAT, pero los otros no tuvieron nada que envidiar. En el BI se hizo una radiografía de las distintas bandas de la península. La programación se abrió con las rimas íntimas y emocionales de Laura Sam y Juan Escribano. Después, cambió de registro con Chucho, la banda de pop rock que hizo resonar las calles, seguido del punk-pop ácido y las letras irónicas de Aiko El Grupo.
El flamenco se apoderó del escenario HIRU con Raimundo el Canastero, que dio el toque diferente al BBK Hirian. Tras él pasaron por el escenario los guipuzcoanos Mirua, que animaron las calles con su indie-pop experimental íntegramente en euskera. Simona, Ben Santana, Vatocholo y Brava también conquistaron a los que se acercaron hasta la calle Dr. Díaz Emparanza. En BASOA estuvieron los artistas de electrónica. Varios DJs, entre ellos el componente de Chill Mafia, Kilik Frexko.