El Banco de Alimentos de Bizkaia busca voluntarios para su Gran Recogida de 2019

El Banco de Alimentos de Bizkaia «necesita con urgencia voluntarios» para cubrir todo el operativo de la Gran Recogida 2019, ha insistido Fernandino, que ha estado acompañado en el acto por Juan Ibarretxe, concejal de Acción Social de Bilbao. Como ya es tradición, son 300 establecimientos de toda Bizkaia los que colaboran en la iniciativa. Y hace falta que haya participantes en todos ellos para animar a quienes están haciendo la compra a donar. «Nos falta gente en algunas, zonas. Básicamente en la periferia de Bilbao, sobre todo en Margen Izquierda, en Barakaldo. También en la zona de Gernika», ha detallado el responsable del Banco. Fernandino ha explicado también que quienes quieran ser voluntarios pueden elegir los turnos que mejor les vengan: «Cada turno básico es de 3 horas. Los participantes pueden escogerlos o hacer todos los que quieran».

Como ha apuntado Ibarretxe, esta ya es la novena vez en que se lleva a cabo esta actividad, «con la que Bilbao siempre se ha comprometido y en la que la ciudadanía siempre ha demostrado su solidaridad. Llamamos a que este año vuelva a hacerlo y se alcancen las 320 toneladas de productos que se necesitan».

Fernandino ha detallado que el Banco de Alimentos de Bizkaia atiende las necesidades de casi 26.000 personas, «una cifra que nos parece escandalosa. A pesar de que los indicadores macroeconómico parecen reflejar que se ha superado la crisis, la realidad es que hay gente con muchas carencias. Algo muy serio no funciona muy bien en nuestra sociedad».

Desde hace unas pocas ediciones, la Gran Recogida cuenta con dos vías de donación. «Está la tradicional, la de toda la vida, en la que la persona que quiere colaborar compra los alimentos y los entrega en el propio establecimiento». Pero la entidad prefiere potenciar el bono alimento. «Por supuesto que todo lo que nos llegue por vía tradicional será bienvenido y entregado a quienes lo necesiten, por ahí no hay problema», ha aclarado Fernandino. «Pero el bono alimento tiene muchas ventajas. De entrada, ahorra mucho trabajo en logística». Como la persona dona dinero al realizar su compra, al dejar la cantidad que considere oportuno en depósito el supermercado colaborador, es luego el propio Banco el que recurre a ese fondo cuando y cómo lo necesita. «Nosotros nunca tocamos ese dinero. Se usa para comprar los alimentos en función de las necesidades y cuando hacen falta», ha aclarado Fernandino. Eso evita problemas con los productos almacenados, como los causados por las fechas de caducidad. Las dos cadenas comerciales que trabajan con el bono alimento son Eroski y BM. Cuando el donante compra el bono, el dinero que aporta queda reflejado en el ticket de compra que le dan en la caja. Este sistema «nos da un margen de maniobra al permitirnos comprar los alimentos que se necesitan en cada momento. Podemos organizarnos mejor», ha insistido Fernandino.