Seis pinchazos y más de cien hurtos de móviles y carteras agitan la primera noche festiva
Ertzaintza y Policía local contabilizaron diez robos con violencia, tres delitos de lesiones, una agresión con arma blanca y 16 detenidos
«Entregué en la oficina de hallazgos ocho DNI, un Iphone y cinco carteras y sólo en una de ellas había 50 euros, lo que ... quiere decir que las roban y luego las tiran por ahí vacías». Quien habla es un agente veterano de la Policía Municipal de Bilbao que sólo se ha perdido dos ediciones de la Aste Nagusia. Este año, de nuevo, le toca patrullar de noche. «El goteo de requerimientos era constante. Lo de ayer fue una locura, aunque también es verdad que nosotros estamos de continuo escuchando la emisora y sólo oímos lo malo. Aún así es una gozada que la Aste Nagusia haya vuelto».
Este policía y sus compañeros, uniformados y de paisano, tuvieron que cubrir todo tipo de incidentes en la guardia nocturna. «Hubo peleas, botellazos, una agresión con un martillo, varias con arma blanca y algunos pinchazos», enumera. Según el balance realizado por el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao, el delito más repetido fue el hurto, generalmente de teléfonos móviles y carteras. Hubo 109 denuncias de esta modalidad delictiva, frente a las 78 que se contabilizaron en la primera jornada festiva de la Semana Grande de 2019. «Se quedaron avisos sin cubrir porque no dábamos abasto y eso es una barbaridad», protesta el guardia.
«¡Con lo contenta que estaba yo por las vacaciones! Se me han amargado porque he perdido todas las fotos». Cristina es una de las afectadas. A las once de la noche tuvo que hacer cola en la comisaría situada en los bajos del Ayuntamiento para interponer una denuncia exprés por hurto de teléfono móvil. En su caso, regresó al de un tiempo para ampliar la denuncia e incluir el número IMEI e inutilizar el teléfono sustraído. «Supongo que el móvil no aparecerá. No tengo ninguna esperanza. Pero quería bloquearlo para que al menos no lo puedan usar», se resignaba.
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También se registraron de madrugada diez robos con violencia, que ya en los últimos meses se habían disparado en Bilbao tras superarse el efecto Covid que había reducido la delincuencia. El pasado mes de noviembre, en una sola noche se denunciaron hasta 16 robos violentos en la capital vizcaína. En la primera jornada festiva se produjeron también tres delitos de lesiones. Un joven sufrió una agresión con arma blanca en un brazo mientras se encontraba en la zona de El Arenal.
Un pinchazo en el txupin
Pero sin duda, en la 43 edición de la Aste Nagusia, la más esperada después de dos ediciones en blanco por la pandemia, la lupa está puesta en los pinchazos a raíz de la oleada registrada en otras localidades en fiestas. El arranque de la Semana Grande se ha saldado por el momento con al menos seis casos contabilizados entre la Ertzaintza y la Policía Municipal de Bilbao, de los que ayer sólo tres se habían formalizado en denuncia.
El primer pinchazo se registró cuando se lanzaba el txupin, que supone el comienzo de la fiesta, a las 19.00 horas, en la plaza del Arriaga. Más de 40.000 personas se habían congregado en las inmediaciones del teatro bilbaíno para recibir a Marijaia. Entre ellos, una joven de 19 años fue víctima de un pinchazo y tuvo que ser evacuada al hospital de Basurto, como marca el protocolo cuando existe sospecha de sumisión química, para ser sometida a una analítica en sangre. Son muy difíciles de detectar, ya que el organismo elimina este tipo de sustancias con rapidez.
El resto de los casos se registraron entre la noche y la madrugada en el recinto festivo, en la zona de Berastegi y en El Arenal. Alrededor de la una de la madrugada, la guardia urbana identificó a un individuo por su presunta relación con un pinchazo. Según confirmó el Ayuntamiento, el sujeto fue considerado investigado y se han abierto diligencias para aclarar lo sucedido. Está previsto que los casos de pinchazos sean tratados en Euskadi como un delito de odio, que prevé una mayor pena que si fueran meras lesiones. Posteriormente, serán los jueces los encargados de calificar cada uno de los hechos de manera individual.
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