Andrea, con el Heydar Aliyev Center de Bakú al fondo. E. C.
Vascos de altos vuelos

«Azerbaiyán es un país con muchísimo potencial»

Andrea Gutiérrez | Intérprete y traductora en Azerbaiyán ·

Esta bilbaína enamorada de los idiomas ha pasado los últimos dos años en Bakú

Leire Fernández

Lunes, 6 de agosto 2018, 01:45

Con solo 23 años Andrea Gutiérrez Cristóbal ya ha vivido en países tan diferentes como Estados Unidos, Rusia, Inglaterra o Francia y actualmente reside en Azerbaiyán, antes de regresar a Londres para estudiar un máster en política europea en la London School of Economics. Esta bilbaína estudió Traducción e Interpretación en la UPV-EHU en Vitoria, donde se especializó en francés y ruso. «Llevo algo más de dos años viviendo en Bakú, donde he estudiado un Máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales en ADA University (antigua academia diplomática que se ha expandido a la universidad). En mayo defendí mi tesis y me gradué en una ceremonia a la que vino incluso el presidente del país, Ilham Aliyev. Fue genial».

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Antes de esto, Andrea pasó un tiempo en Moscú, sin saber casi nada de ruso para tener una inmersión cultural total. «Diez meses después el ruso y su cultura me habían enamorado y quería volver a un sitio donde pudiera practicar el idioma. Me enteré de una nueva beca de la Comisión Europea llamada BACKIS de intercambio universitario entre contadas universidades europeas (entre las que estaba la UPV-EHU) y universidades de Ucrania, Georgia, Armenia y Azerbaiyán. Elegí Bakú ya que, al ser una antigua república soviética, podría practicar ruso sin problema». En concreto eligió ADA University, de la que oyó hablar por primera vez al ir a la embajada del país en Madrid a sacarse el visado.

«ADA es 'la universidad' de Azerbaiyán: cero corrupción, educación en inglés y profesores extranjeros o que han recibido sus doctorados en Europa o Estados Unidos. Aquí está la 'créme de la créme' en cuanto a investigación y cerebros en el país. Y lo mejor: la mayoría de los profesores son jóvenes y transmiten pasión por el estudio de la materia y el desarrollo de la clase intelectual. Por poner un ejemplo, mi profesor de Derecho Público Internacional es un abogado (un 'big fish') que ha ganado juicios contra el gobierno y ha supervisado y redactado tratados internacionales/bilaterales entre Azerbaiyán y otros estados. Cuando vienen representantes diplomáticos, CEOs de empresas o grandes figuras de la historia de visita al país, siempre pasan por ADA para dar una conferencia o iniciar un debate con los alumnos», detalla Andrea.

«Me encanta mi trabajo»

Además de estudiar, durante su estancia en el país ha trabajado de becaria en la oficina de Naciones Unidas especializada en combatir la violencia de género; ha sido ayudante de un profesor en la universidad, y ha realizado tareas de 'writing consultant'. «Nos encargamos de revisar y ayudar a alumnos con sus trabajos escritos y organizamos pequeños seminarios y talleres de escritura», explica.

«En febrero pasado realicé otras prácticas a tiempo parcial en Caucasus Research Resource Center (CRRC), un think tank que tiene oficinas en Georgia, Armenia y Azerbaiyán. La verdad es que me encanta ese trabajo: me gusta muchísimo la investigación y hay muchísimas cosas que hacer para el desarrollo de este centro. Azerbaiyán tiene muchísimo potencial, solo hay que apretar un poco más para sacarle el zumo. El CRRC organiza de forma regular conferencias, talleres y seminarios gratuitos y siempre están llenos. Así es como conocí la organización: fui a varios eventos en colaboración con institutos europeos como el Internacional Center for Migration Policy Development, y aprendí muchísimo», recuerda.

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A pesar de ser un país tan alejado de Euskadi, resulta curioso que lo conozcan, aunque sea por el fútbol. «La gran mayoría conoce Bilbao por el Athletic. La Liga aquí se sigue muchísimo, no es nada raro que emitan partidos en el cine y el clásico es todo un acontecimiento. Tengo amigos locales que han borrado de Facebook a conocidos por apoyar al equipo contrario», afirma. Y eso sí, aunque le encante viajar, Andrea tiene claro que cuando toque echar raíces en algún sitio, seguro volverá. «En Bilbao en particular, y en Euskadi y España en general hay una calidad de vida que no hay en otros sitios. Yo quiero que mis hijos crezcan bilbaínos, euskaldunes y españoles».

Acostumbrarse a sentirse observada

Según Andrea, Azerbayán es un país de contrastes, algo a lo que le «costó pillarle el truco». «Hay diferencias enormes entre los más modernos y europeizados y los más conservadores. También me ha costado acostumbrarme a sentirme observada. Se quedan mirando a todo lo que les parezca curioso o diferente y como soy rubia y alta me llevo la palma. Me sorprendió muchísimo también el ambiente que hay a todas horas en Bakú, sobre todo en verano. En septiembre, a las doce de la noche, están las calles llenas. Eso sí, en los dos sitios somos como lagartijas: en cuanto sale el sol salimos a la calle aunque haga un frío que pela».

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