El ascensor de Solokoetxe está en «riesgo grave, impredecible e inminente» de colapso

De este panorama tan negro dio cuenta el concejal de Planificación Urbana, Asier Abaunza, en una comisión municipal. El estado precario de la estructura era conocido y, de hecho, «en marzo ya se estableció el cierre preventivo del entorno ante el riesgo de caída de cascotes desde la pasarela de acceso». Cayeron, y los que cayeron tenían hasta cinco kilos.

Como la situación es preocupante el equipo de gobierno encargó un estudio sobre el estado estructural del conjunto y el veredicto de los expertos fue categórico: «La pasarela y con mayor gravedad los pilares, se encuentran gravemente deteriorados, existiendo un más que apreciable riesgo en su estabilidad estructural, por la vejez del hormigón armado y su posible agotamiento estructural». Mientras, y por lo que respecta a la torre, indica que, «se encuentra aparentemente en un estado de menor afección, si bien existen indicios de peligro de desprendimientos puntuales».

Las medidas, con un coste total de 250.000 euros, consistirán en la colocación de un andamiaje de apuntalamiento en todo el trazado de la pasarela y de sus pilares de apoyo. Instalación que posteriormente se usará para realizar los trabajos de demolición de este elemento. Todo ello, «con el fin de eliminar el riesgo para la seguridad de bienes y personas detectado en la infraestructura y toda vez que los reiterados requerimientos realizados por el Ayuntamiento a la propiedad han sido incumplidos».

Abaunza señaló que el Ayuntamiento no tiene ningún interés en este ascensor (al contrario de lo que ocurre con el de Begoña) porque ya ha habilitado nuevos elevadores que cubren este servicio. Así que una vez que el Gobierno vasco, su dueño, resuelva su litigio con la firma que llevaba la concesión, será el propio Ejecutivo de Vitoria quien decida qué hace con esta estructura obsoleta.