El ascensor de Solokoetxe se queda 'colgado'
El nuevo elevador desde el Casco Viejo no puede llegar hasta el final del recorrido porque acaba en una de zona de escaleras
El Ayuntamiento de Bilbao anunció en junio de 2022 la construcción de dos ascensores para unir el Casco Viejo con el barrio de Solokoetxe. Se ... trataba de dar respuesta a una vieja aspiración de una buena parte del vecindario, que llevaba años reclamando un ascensor nuevo, «gratuito» y con garantías de accesibilidad para salvar los cerca de 30 metros de desnivel entre Solokoetxe y la calle Ronda.
La apertura del elevador se produjo el pasado febrero. Sin embargo, muchos vecinos se sorprendieron cuando usaron por primera vez la infraestructura porque no podían llegar hasta el final del trayecto previsto en el proyecto. La obra está terminada. Pero el ascensor se para en la planta intermedia, que da acceso a unas escaleras mecánicas que conducen a la parte alta del barrio.
¿Por qué el ascensor no llega hasta el final del recorrido? El problema es que la última parte del elevador conduce a unas nuevas escaleras y a una pequeña rampa que no cumple con los parámetros de accesibilidad.
¿Y por qué no se reformó la zona al mismo tiempo que se construían los ascensores, cifrados en unos 1,8 millones de euros? Fuentes oficiales del Ayuntamiento de Bilbao aseguran que se trata de un problema de permisos. Los mismos medios explican que la rampa -que se está construyendo en la actualidad- no se introdujo en el proyecto inicial porque «su tramitación es diferente» y no querían que la obra se «retrasase a expensas de que contase con el visto bueno» del Departamento de Educación del Gobierno vasco.
En este sentido, desde el Consistorio apuntan que la titularidad del suelo es municipal. Sin embargo, esa parcela está «adscrita» al Ejecutivo autonómico y se necesitaba «su permiso expreso». La obra -insisten- se lanzó en cuanto se recibió esa autorización de la forma «más ágil» que «ha sido posible».
Este asunto ha generado opiniones contrapuestas en el barrio. La construcción del ascensor se anunció apenas días después de que la empresa que gestionaba el antiguo ascensor que unía este barrio con la calle Iturribide comunicase al Departamento de Transportes del Gobierno vasco su deseo de dar por finalizado el contrato, que expiraba en 2030. Era el último elevador de la capital vizcaína que estaba siendo gestionado por una firma privada.
La asociación de vecinos llevaba años reclamando un nuevo elevador «gratuito», como el que disfrutan «otros barrios» de Bilbao, pero el Consistorio no podía emprender el proyecto hasta que concluyese la concesión del Ejecutivo. En este sentido, al margen de los motivos por los que no se realizó antes la rampa final, insisten en que están contentos con el servicio por el que llevaban tanto tiempo peleando y que preferían contar con el ascensor -aunque de momento no llegue hasta el final- antes que esperar otros tres o cuatro meses. Por el lado contrario grupos de vecinos que pidieron la paralización del ascensor, al entender que no daba respuesta a las necesidades del barrio, consideran que este asunto es un «claro error de planificación».
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