Aquella arquitectura cubierta de roña
Belleza dramática ·
Entre 1950 y 1975 Bilbao crecía a toda velocidad y surgieron edificios imponentes que quedaron ocultos bajo contaminación y chorretonesSorprende mucho que los arquitectos señalen hacia ese bloque de viviendas municipales y digan: «Este es uno de los mejores edificios de Bilbao». Son 'Las ... Casas Americanas' del distrito de Deusto, de nombre oficial Grupo Pedro Astigarraga. «Quizás sea el más interesante de la ciudad», se lanza Iñigo de Viar. Este doctor en Arquitectura se ha zambullido en un momento histórico, el tercer cuarto del siglo XX, en el que se levantaban en Bilbao estructuras imponentes y robustas pero sin ínfulas ni pretensiones. Un tiempo crucial, como todos, en el que la potencia industrial nutría a una urbe negra y cosmopolita, rica y sucia, vibrante pero cubierta de roña y de chorretones en las fachadas grises.
El periodo que va desde 1950 a 1975 es en el que se fija Iñigo de Viar en un libro que, impulsado por el Colegio de Arquitectos Vasco Navarro (COAVN), recorre algunos de los edificios más emblemáticos levantados entonces en Bilbao. Era un momento de «belleza dramática» en el que «la contaminación ocultó una arquitectura despreciada» que se está redescubriendo. Aquellas dos décadas y media están lo suficientemente lejos como para disfrutar ya de cierta dignidad histórica, y lo suficientemente próximas para beneficiarse del efecto mitificador de la nostalgia.
«Europa se alejaba de la hecatombe de la guerra y tras los años de posguerra se iniciaba una época de esplendor a todos los niveles», analiza Asier Benavides, presidente de la delegación vizcaína del COAVN. En EE UU la arquitectura quería ser aún más impresionante y despuntaban torres de cristal y acero. Pero España, en plena dictadura franquista, «se sumía en la introversión y cerraba las puertas a cualquier corriente arquitectónica proveniente del exterior». Ocurrió lo que siempre ocurre en estos casos: los arquitectos aguzaron el ingenio con edificios «coherentes, reconocibles y modernos». Fue una época «de gran producción arquitectónica» que define «la imagen urbana del crecimiento de Bilbao».
En aquellos 25 años la ciudad creció en casi 200.000 personas, hasta superar los 400.000 habitantes. Ahí se ve la pujanza. Y la arquitectura que acogió semejante eclosión «merece ser puesta en valor», defiende Iñigo de Viar. Lo hace en el volumen 'Bilbao 1950-1975. El esplendor de la arquitectura moderna'. Seis de los edificios que se mencionan son estos de aquí al lado, acompañados por un comentario del autor. Hay otros por toda la ciudad, muy reconocibles con solo levantar la vista. Y la mayoría ya están limpios.
1963-1969.
'Las Casas Americanas'.
«Es un edificio muy expresivo, que estaba en la vanguardia del momento» y vinculado con el 'brutalismo', un movimiento que apostaba por el «hormigón visto». El proyecto es de los arquitectos Rufino Basañez, Esteban Argárate y Julián Larrea. Destacan «sus corredores por fuera, las escaleras exteriores como una escultura y los apartamentos dúplex».
1958
Seguros Bilbao
«Es un edificio de elegante austeridad bilbaína. Destacan la repetición, la retícula muy ordenada, muy clara y cierto aire soviético». Es de Francisco Hurtado de Saracho y Luis Gana, e incluye una escultura de Santiago Uranga.
1953-1958
Escuela Técnica Superior de Ingeniería.
De Rafael Basterrechea, «es un edificio muy Bauhaus, muy funcionalista, cada forma tiene su función. Pero ahora está casi irreconocible, con un montón de añadidos; como las personas que se operan cuando tienen 80 años».
1967
Iglesia de Nuestra Señora del Carmen.
De Javier Ortega y Castor Uriarte, «la configuración del edificio está muy bien, con esa forma de L que hace como que le protege de la ciudad, y esa proa fantástica que se lanza hacia la plaza con esa cruz gigantesca».
1968-1975
Edificio de viviendas Etxezuri.
«Se corresponde con el desarrollismo de los 70, cuando se hacen las primeras torres en Bilbao. El arquitecto, Eugenio M. Aguinaga, estaba muy orgulloso de la ordenación de las plantas, de como se habían distribuido las viviendas».
1966
Edificio de oficinas
Este inmueble ubicado en Deusto de Álvaro Líbano «resuelve muy bien, con esa curva, un punto conflictivo de la ciudad», en plena avenida Lehendakari Aguirre en su confluencia con la avenida Madariaga. Además, su extensa fachada de vidrio «recuerda a los edificios de Jacobsen, esos registros de la arquitectura moderna nórdica».
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