La ampliación del Bellas Artes se frena y no estará culminada antes de 2026

El «contratiempo» ha sido desvelado la mañana de este jueves por el director de la pinacoteca, Miguel Zugaza, durante una comparecencia en la que ha hecho balance del año y ha avanzado algunos de los proyectos y exposiciones que se pondrán en marcha a lo largo del próximo. Todo condicionado por el avance de la ampliación y sus plazos, porque el museo sigue abierto mientras se están ejecutando las obras y la zona expositiva se va a ir moviendo en función de las necesidades constructivas. «No quiero quitarle gravedad a lo que ha ocurrido, una circunstancia sobrevenida, pero tampoco debemos dramatizar», ha pedido Zugaza.

La ampliación supondrá la apertura de un nuevo espacio expositivo diáfano de 2.000 metros cuadrados y una terraza de otros 700 que ofrecerá una vista privilegiada del 'skyline' de Bilbao. Todo con el sello de Norman Foster. La inversión que van a costear a partes iguales el Gobierno vasco, la Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao asciende a 44,5 millones. En principio, Zugaza ha asegurado que el frenazo «solo afecta a los plazos» y no supondrá sobrecoste alguno en un proyecto que ya se encareció antes de empezar. El incremento de costes en la postpandemia aumentó la factura inicial en 15 millones.

El proyecto que supone generar un nuevo espacio sobre los edificios actuales sin tocarlos fue calificado en sus inicios como una obra de alta complejidad. Tanto por el planteamiento como lo angosto de la zona en la que se han tenido que elevar grúas especialmente altas para mover materiales pesados y delicados. Sobre seis pilares de 14 metros de altura con forma de V se han entrelazado varias estructuras en forma de parrilla para sentar la base de 'Agravitas' -así se llama el nuevo recinto-, ejecutar una entreplanta de servicios y encima la zona expositiva. Los problemas han llegado al final, cuando queda por instalar la cubierta.

La obra fue adjudicada a la UTE que conforman Urbelan, Altuna y Uria, Campezo y Teusa, pero ha sido la subcontrata Inbersa la que no ha podido culminar su labor. La firma con sede en León y Madrid se ha declarado en concurso de acreedores antes de entregar la pieza definitiva. Un equipo de técnicos se va a quedar en Bilbao hasta que la cubierta se ensamble, pero las responsables del proyecto han pedido al Patronato que paralizara la obra hasta que encuentren una solución. Según el contrato firmado los tres meses anunciados son el plazo máximo de frenazo. A partir de ahí la UTE podría empezar a ser penalizada por la demora.

Aunque la cubierta es la pieza más sencilla de elaborar de todas cuantas componen el puzle de la ampliación, su instalación está considerada como una parte «crítica» del proyecto. La peculiar arquitectura de Agravitas hace imposible culminar el solado del nuevo edicio si no está totalmente ensamblado porque la estructura actual no resistiría. Lo que está ocurriendo se ha denominado paralización «parcial» porque los obreros están culminando aún el forjado y las dos grandes cerchas que sostendrán el tejado. También porque la ampliación del Bellas Artes incluye la reforma de los dos edificios históricos, en los que se ha mejorado la accesibilidad y la protección contra incendios.