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El hotel ha sido desalojado a las nueve de la mañana. HOTEL PUERTA DE BILBAO
La amenaza de bomba que obligó a desalojar un hotel de Barakaldo era falsa

La amenaza de bomba que obligó a desalojar un hotel de Barakaldo era falsa

Una llamada telefónica obligaba a clientes y trabajadores del Puerta de Bilbao a abandonar el edificio sobre las nueve de la mañana

elcorreo.com

Viernes, 8 de diciembre 2017, 10:37

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Trabajadores y clientes del hotel Puerta de Bilbao, ubicado en Barakaldo, que habían sido desalojados esta mañana tras recibirse una llamada que alertaba de la colocación de una bomba en el establecimiento hotelero, han vuelto ya a ocupar el edificio al comprobar la Ertzaintza que se trataba de aviso falso, según ha informado el Departamento vasco de Seguridad.

Laa llamada anónima alertando de la colocación de una bomba se recibía minutos antes de las nueve de la mañana, por lo que se procedió a desalojar a los clientes y los trabajadores del hotel, mientras efectivos de la Policía vasca inspeccionaban el hotel para comprobar si se trataba de una falsa alarma. Una vez confirmado que no había bomba alguna, los trabajadores y clientes han vuelto al hotel.

Zona acordonada

El pasado mes de marzo, cuando el edificio que actualmente acoge el Puerta de Bilbao era gestionado por otra empresa hotelera -la cadena Accor-, se registró otro incidente que requirió un enorme despliegue policial y que quedó también en agua de borrajas. En aquella ocasión, la Ertzaintza fue avisada de que en una habitación del establecimiento, que se llamaba Novotel Barakaldo, estaba teniendo lugar una trifulca y hasta se habían escuchado «amenazas entre clientes».

Ante esa circunstancia, diversas dotaciones se desplazaron hasta el lugar de los hechos. Las primeras informaciones indicaban que una persona se encontraba armada en el hotel después de que se atrincherara en el interior de una habitación.

Sin embargo, la Policía autonómica no encontró a nadie dentro de la habitación y continuó buscando al supuesto sospechoso de protagonizar la trifulca, que, al parecer, se debía a un asunto de drogas. La Ertzaintza no practicó ninguna detención, pero cerró los accesos a Megapark durante cuatro horas.

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