

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
En la Alhóndiga hay biblioteca y mediateca, gimnasio y piscina, hay cines, tiendas y manifestaciones artísticas mayoritariamente minoritarias. A veces hay congresos en el auditorio, ... conciertos en el atrio, y actividades de todo tipo tras unos paneles móviles que ponen bajo los tres grandes cubos de ladrillo rojo que se reparten este espacio y están sostenidos por columnas impresionantes. Uno de esos cubos, el que está detrás de la proyección del sol ardiente, tiene poco uso. Y ahora el plan es que acoja un centro impulsado por la Fundación La Caixa destinado a la formación extraescolar de adolescentes en diferentes disciplinas técnicas y artísticas. El modelo se llama Tumo, nació en Armenia, y ya se ha implantado en varias ciudades europeas. Si todo llega a buen puerto (el asunto aún no está completamente cerrado) Bilbao será la primera de España, según ha sabido EL CORREO. Eso sí, se están estudiando también implantaciones en Málaga y Barcelona.
Noticia relacionada
Como punto de partida y pista de aterrizaje está esa nómina de actividades que confluyen sin apenas tocarse en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Se unirá a ellas, y se pretende que interactúe con ellas también, este nuevo centro, concebido para acoger a unos 1.500 adolescentes que pasarán unas horas a la semana desarrollando diferentes actividades que tienen que ver con la creatividad y las competencias digitales (animación, diseño gráfico, programación, fotografía, música...).
Este modelo educativo, Tumo, fue ideado por una pareja armenia, Sam y Sylva Simonian, que hizo fortuna en EE UU y, convertidos en filántropos, comenzaron a implantarlo en varias ciudades de su país. Luego se expandió por urbes como París, Berlín y Coimbra. Este último está gestionado por la Fundación La Caixa, que es quien también pilotará el invento en Bilbao.
25 centros Tumo
funcionan en la actualidad: 16 en Armenia y 9 en varias ciudades europeas (París, Berlín, Coimbra...).
25.000 estudiantes
están matriculados en estos momentos en centros de siete países.
2011 año de fundación
de Tumo Center for Creative Technologies. Ofrece formación en animación, videojuegos, producción cinematográfica, música, escritura, dibujo, diseño gráfico, modelaje 3D, programación, robótica, fotografía...
Lo que buscaban en la capital vizcaína era un espacio céntrico, emblemático, próximo a equipamientos formativos y a medios de transporte y donde se desarrollasen otras actividades con las que convivir. Esto último es para propiciar sinergias, para que los chavales y chavalas que vayan allí puedan luego pasarse por la biblioteca o hacer deporte o visitar una exposición, por ejemplo. Si algo parecido a esto ocurriese finalmente, supondría una especie de renacimiento de la Alhóndiga, espacio muy ambicioso, con gran potencial, pero que a menudo parece bastante poco aprovechado.
Ha sido el Ayuntamiento quien ha ofrecido a la Fundación La Caixa el espacio en Azkuna Zentroa, si bien nadie ha aclarado si es de forma gratuita o en alquiler. En realidad, nadie ha aclarado nada de forma oficial porque todas las conversaciones en torno a este asunto se han mantenido en secreto durante los últimos meses. Fue el alcalde, Juan Mari Aburto, quien confirmó de forma oficial la existencia de un proyecto conjunto con la fundación. Lo hizo de manera indirecta la semana pasada porque aludió a ello para explicar la salida del hasta ahora director de la Alhóndiga, Fernando Pérez, que no está de acuerdo con el uso que se le quiere dar, es decir, con Tumo.
Pérez, designado por el propio Aburto para llevar las riendas de Azkuna Zentroa en 2018, llevaba tiempo viviendo desencuentros con los dirigentes municipales, contexto de mal pronóstico para él considerando su dependencia jerárquica. Pero lo que hizo explotar la situación fue la negociación con la Fundación La Caixa. En su opinión, y según ha sabido este periódico, dedicar espacio a la iniciativa Tumo le quita demasiado peso a la dimensión artística en la Alhóndiga, que se autodefine como Centro de Sociedad y Cultura Contemporánea de Bilbao. Es decir, que la cultura contemporánea vendría a quedarse en minúsculas.
Siendo la situación de Pérez insostenible dada la apuesta municipal por esta dimensión educativa, optó por presentar una dimisión mansa y silente, agradeciendo la confianza pasada y sin explicar abiertamente sus discrepancias ni abrir un debate sobre el asunto.
La cuestión es que las desavenencias entre ambas partes eran conocidas, y era también sabido que tenían que ver en última instancia con los nuevos planes para la Alhóndiga. Así se publicó en este periódico. Y al día siguiente, el pasado jueves, Aburto salió confirmando que sí, que el director no estaba de acuerdo con lo de La Caixa y que por eso se marchaba.
Se confirmó también en ese momento que la gestión de esta crisis interna ha sido poco ejemplar por la estridencia causada, que aireó del peor modo posible un proyecto cuya negociación se había mantenido en secreto y que, de hecho, aún no está formalizado. No hay nada firmado, aunque sí voluntad y conversaciones muy avanzadas.
Todo este ruido, esa polémica pública, como es natural, disgustó a la fundación bancaria, que se vio en el centro de una disputa doméstica entre el Ayuntamiento de Bilbao y uno de sus empleados a cuenta de un proyecto suyo para el que hubiesen querido una presentación en sociedad más digna.
Las claves
El director de Azkuna Zentroa presentó su dimisión al ser muy crítico con el proyecto
Pérez considera que se resta espacio para la promoción de la cultura contemporánea
Incluso hubo quien temió por el mantenimiento del proyecto después de tanto ruido y la amenaza de una crisis reputacional. Pero parece que no. Al Ayuntamiento le gusta mucho el Tumo, y para el Tumo ocupar una porción notable de la Alhóndiga es una oportunidad muy interesante. Al fin y al cabo, el edificio se adapta al dedillo a los requerimientos de la marca, que pedía un inmueble con singularidad arquitectónica, con buenas conexiones con transporte público, céntrico y cerca de centros docentes. En definitiva, que las cosas siguen su curso en el mismo punto y también con el mismo sigilo que antes.
Pese a todo, este periódico ha podido saber que, en un planteamiento inicial pendiente de concreción y detalle, La Caixa barajaría un presupuesto de 1,5 millones de euros anuales para hacer funcionar Tumo, después haber realizado una inversión por monto similar en el acondicionamiento del lugar y su equipamiento. Sobre todo, en la compra de aparataje tecnológico, que tendrá un protagonismo fundamental en la experiencia.
El modelo Tumo está en expansión por todo el mundo y hay planes de aperturas, aunque aún sin confirmar, en ubicaciones tan dispares como Los Angeles, Buenos Aires, Montevideo, Amsterdam, Lisboa, Luanda, Zurich, Marsella y Abu Dabi.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.