Alfonso Gil: «Bilbao tiene que ser la ciudad de la libertad en su grado sumo»
El portavoz del PSE en el Ayuntamiento y concejal de Movilidad remarca que en la ciudad «no sobra nadie» y que es más urgente que nunca seguir trabajando contra la desigualdad, «que es uno de los males que nos puede quedar sino salimos bien de esta crisis»
El balance que en el pleno sobre el estado de la villa hace el portavoz del PSE en el Ayuntamiento de Bilbao de los dos ... primeros años de legislatura está marcado, como el de los demás, por la pandemia y la tragedia a todos los niveles que ha provocado, pero Alfonso Gil prefiere ser optimista y centrarse en todo lo positivo que desde la Corporación se ha hecho por ayudar a la ciudadanía y, sobre todo, en lo que todavía queda por hacer. «De esto que hemos vivido vamos a sacar conclusiones importantes, de hecho ya valoramos de otra manera muchas cosas», ha subrayado.
Y, al margen de actuaciones concretas, una de las cosas que más ha apreciado desde el estallido de la pandemia ha sido la unión que mostraron todos los grupos municipales para desarrollar iniciativas conjuntas a través de programas como Bilbao Aurrera. Por eso ha agradecido su implicación a todos los portavoces de los partidos de la oposición, al alcalde y al equipo de Gobierno, «que tuvo la sensibilidad de abrir la mano a todos para que, con su colaboración fuéramos más certeros en las soluciones que debíamos abordar; éste es el mensaje más grande que podemos transmitir a la ciudadanía».
Porque él se muestra convencido de que es entre todos como la ciudad seguirá avanzando, «reinventándose» tras la pandemia. Un esfuerzo en el que implica de alguna manera al conjunto de la ciudadanía. Porque, en su opinión, todos los bilbaínos deben preocuparse por reducir una tasa de paro que afecta a 23.000 personas, «ya que el empleo es un espacio básico para construir espacios de vida».
Hay que cuidar al comercio «como a una joya»
Más responsabilidad considera que tiene el propio Ayuntamiento en ayudar a los más de 4.000 comercios y locales hosteleros que hay en la ciudad, «que debemos mantener como una de nuestras mayores joyas porque emplean a mucha gente (a más de 14.000 trabajadores según había apuntado minutos antes el propio regidor)».
También ha mostrado su compromiso por el desarrollo de la actividad industrial en la villa, sobre todo el sector de apoyo y mediante la formación de profesionales, «y por eso trabajamos en la atracción de talento». Y ha asegurado que tiene muchas esperanzas puestas en las actividades económicas que se asienten tanto en Zorrozaurre como en Punta Zorroza, «porque es muy importante que el que quiera venir se pueda quedar; tenemos que seguir construyendo el Bilbao de las oportunidades». Además, ha remarcado que ya se ha avanzado mucho en ese sentido al remarcar que «tenemos los mejores estándares de vida de nuestro entorno, que es muy grande, Europa, ya les gustaría a otras ciudades tenerlos».
Pero, en su intervención, Alfonso Gil ha querido ir todavía más lejos al mostrar su esperanza de que a Bilbao se la conozca por su lucha por la igualdad plena. «Ésta tiene que ser la ciudad de la libertad en su grado sumo». Porque ha remarcado que «tenemos un problema cuando una mujer es agredida, cuanto tienen miedo en una espacio público compartido». Y lo mismo ha apuntado para otros colectivos al subrayar que «los armarios en Bilbao son para la ropa, no para que nadie entre ni salga». «Queremos que todos puedan vivir como quieran», ha remarcado antes de subrayar la necesidad de mantener un «combate encarnizado contra la desigualdad» que, a su juicio, «es uno de los males que nos puede quedar si no salimos bien de la crisis».
Por eso garantiza que la ciudad seguirá avanzando en todos los niveles, También con nuevas infraestructuras como la Línea 4 y, sobre todo, con la llegada del tren de Alta velocidad a Abando, «un elemento de progreso que les garantizo que llegará y que mi partido se dejará la piel para que llegue cuanto antes». Porque, según ha remarcado, el soterramiento del TAV multiplicará la conectividad de la capital «y será más fácil atraer nuevas inversiones».
Bilbao, ha remarcado en varias ocasiones, «tiene futuro», pero, al mismo tiempo, ha reconocido que se enfrenta a un gran problema: «El efecto demográfico, no sobra nadie en Bilbao, por mucho que a veces se oigan discursos que excluyen a determinados colectivos». En su opinión, «somos una ciudad acogedora, amigable con los niños y con los que quieren venir aquí a trabajar, a vivir y, en definitiva, a desarrollar un proyecto de vida».
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