Airbnb promociona el mercado de Bilbao con decenas de pisos turísticos 'pirata'
La plataforma permite el alquiler de pisos como 'alojamientos enteros' cuando la licencia únicamente autoriza el uso por habitaciones
Airbnb, la principal plataforma mundial dedicada al alquiler de apartamentos turísticos, ha incorporado a Bilbao, junto a otras tres capitales españolas -Valencia, Sevilla y Girona-, ... en una campaña nacional para apoyar el retorno del turismo urbano e impulsar las economías locales de ciudades de tamaño «mediano». El programa 'First Night on Us' incluye la entrega de un cupón de 100 euros de descuento, equivalente al «coste medio de una primera noche», para los huéspedes que desde el pasado 18 de octubre han escogido alguno de estos destinos.
La sorpresa es que entre los ocho pìsos turísticos aparecidos en la capital vizcaína figura uno 'pirata'. Concretamente, se trata de un «acogedor y tranquilo» apartamento emplazado «a solo 5 minutos a pie» del Casco Viejo. La vivienda, que puede «acomodar hasta dos personas o una pareja con bebé», se anuncia en la plataforma como 'alojamiento entero' a pesar de que su licencia (LBI-299) solo es de habitación. Este permiso obliga a su dueño a residir en la vivienda, premisa que también incumple. Portavoces de Airbnb se han comprometido «a contrastar internamente» este asunto, aunque, de momento, han declinado realizar más comentarios a este periódico.
Bilbao es la tercera ciudad española de tamaño mediano con el mayor incremento de búsquedas en lo que va de año
No es la primera vez que Airbnb es señalada por ofrecer viviendas turísticas ilegales en Bilbao. Basta un repaso a su amplia oferta para descubrir dentro de su amplio catálogo decenas de pisos con uso vacacional que por distintas circunstancias funcionan de forma clandestina. «Es increíble que siga sucediendo a estas alturas porque hablamos de inmuebles que están registrados en el Departamento de Turismo. Sería, por tanto, muy fácil ir contra ellos si hubiera voluntad de regularizar el sector», ha argumentado en distintas ocasiones la Asociación de Viviendas de Uso Turístico de Euskadi, que ha censurado el escaso control del Gobierno vasco.
El pasado septiembre, el presidente de esta entidad, Asier Pereda, anunció que cuatro de cada diez viviendas de este tipo existentes en Bilbao son clandestinas. Confirmó que sus propietarios las arriendan sin tenerlas inscritas en el Registro del Ejecutivo autonómico, dependiente de la consejería que dirige Javier Hurtado. Bilbao dispone, según el último censo, de 566 de las 1.284 viviendas repartidas por toda Bizkaia. Sin embargo, a esta cifra, operativa dentro del marco legal, habría que sumar otras 370 que eluden todo tipo de control.
Empresarios del sector aseguran que las distintas normativas municipales complican a veces la actividad de estos alojamientos. El Ayuntamiento de Bilbao es, en este sentido, uno de los más restrictivos del País Vasco al limitar el alquiler de pisos enteros únicamente en la planta más baja de los edificios residenciales.
Además, en ciertas zonas, como el Casco Viejo y Bilbao la Vieja, solo se permite la actividad de una vivienda turística por portal. Pese a estas limitaciones, Bilbao figura como la tercera ciudad española de tamaño mediano, solo por detrás de Soria y San Sebastián, con el mayor aumento de búsquedas de Airbnb entre enero y agosto con respecto al mismo periodo del año pasado.
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