El aeropuerto de Loiu pierde pasajeros por primera vez desde la pandemia
Cae un 3,8% pero espera remontar el vuelo a partir de abril, cuando la oferta prevista para el verano aumentará en un 6% el número de billetes a la venta
El tráfico en el aeropuerto de Bilbao cayó el pasado enero un 3,8%. Este descenso constituye toda una novedad en la trayectoria de Loiu, ... ya que, desde el reinicio de los vuelos a gran escala tras la fase álgida de la pandemia, 'La Paloma' no había hecho otra cosa que crecer. Hay que recordar que viene de marcar dos récord anuales de pasajeros consecutivos.
La caída, no obstante, será temporal. Posiblemente, febrero y marzo también puedan acabar en números rojos, pero las perspectivas para la temporada de verano (que arrancará dentro de siete semanas y se extenderá hasta finales de octubre) son buenas, ya que hay programados un 6% más de billetes a la venta que los que realmente salieron al mercado en el mismo periodo de 2024.
Una de las razones que explican la pérdida de tráfico está relacionada con un recorte en algunas frecuencias de rutas muy concurridas que ha llevado a cabo Vueling. Este febrero, la aerolínea parece estar volviendo a su operativa habitual. También hay que tener en cuenta que enero ha sido un mes con un número destacable de operaciones desviadas y canceladas por la mala meteorología en Bizkaia.
Y no menos importante es la referencia que se utiliza para hacer la comparativa. Enero de 2024 fue el mejor de la historia en Loiu. En aquel momento pasaron por las instalaciones del Txorierri un total de 380.331 pasajeros, pese a que hubo 4 días de huelga por el conflicto en el 'handling' (servicios de tierra). El pasado enero, el número de usuarios fue de 365.944.
Caída del tráfico doméstico
El tráfico internacional se comportó de manera muy buena. Subió un 2,3%. Sin embargo, los vuelos domésticos, que cedieron un 6,8%, arrastraron a Loiu a números rojos.
'La Paloma' espera remontar el vuelo en verano, donde además de un incremento de los vuelos a la venta, habrá un aumento de conectividad, con el enlace con Nueva York como gran reclamo, pero también con la vuelta de Berlín y Palermo a la parrilla, y el aumento de oferta a los países nórdicos, entre otras novedades.
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