El aeropuerto de Bilbao cierra su mejor año y roza los seis millones de viajeros
Loiu se anota su cuarto récord anual consecutivo y acumula un crecimiento imparable del 55% desde 2013
El aeropuerto de Bilbao sigue creciendo y batiendo todos los registros de usuarios. Loiu cerró 2019 con un salto del 8%, logrando el cuarto récord ... anual consecutivo en el número de pasajeros que pasaron por la terminal. Elevó el listón a los 5.905.804 de clientes, una cifra que le deja muy cerca de la barrera de los 6 millones. Para entender bien este auge hay que echar la vista atrás. Desde 2013, 'La Paloma' no ha parado de progresar. En aquel ejercicio, hace siete años, el balance se cerró en 3,8 millones de personas transportadas. Desde entonces, el aeródromo vizcaíno ha dado un gran estirón y ha avanzado un 55%, ganando 2,1 millones de pasajeros en siete años y convirtiéndose en el destino de referencia de todo el norte peninsular, sobre todo para volar al extranjero.
2019 volvió a ser un año excepcional. Loiu ha subido un peldaño de medio millón de usuarios. Pasando de 5,46 a 5,90, lo que se traduce en un incremento del 8%. ¿Cuál es la clave del éxito del aeródromo vizcaíno? No hay una única razón. Sin duda, la salida de la crisis ha venido notándose desde aquel ya lejano 2013. La mejora económica hace que el pasajero de negocios vuele con más frecuencia. Muchas empresas exportadoras han mejorado su confianza.
Un fenómeno que también se nota en el usuario de ocio. 'La Paloma' ha visto crecer el número de destinos y de vuelos de bajo coste. La apuesta de Volotea en los últimos tres años por Loiu y el refuerzo de las rutas de Vueling e Easyjet han desembocado en una oferta importante para el cliente que se mueve por la variable precio. Ahora mismo, una de las fortalezas del aeropuerto de Bilbao es su 'mix' equilibrado entre 'low cost' y aerolíneas de bandera. Todo ello, con el mérito -muchas veces no reconocido- de que en Bizkaia no se dan subvenciones a estas aerolíneas.
Por otro lado, Loiu ha sabido dotarse de un abanico de conexiones internacionales de una importancia capital. Ahora mismo se puede alcanzar cualquier ciudad importante del mundo con dos saltos desde nuestro aeródromo, que cuenta con enlaces permanentes y diarios con los principales 'hubs' o nudos de conexiones europeos: Madrid, París, Amsterdam, Londres, Estambul, Fráncfort o Munich. Este ramillete de salidas hacia el mundo ha hecho que Bilbao haya extendido su 'hinterland' o zona de influencia. Cada vez llegan más viajeros desde las comunidades vecinas, robando clientes a destinos como Asturias, Santander o el propio Madrid.
¿Qué se puede esperar de Loiu en el corto plazo? 2020 apunta a que será un año también de crecimiento, pero mucho más moderado. La inestabilidad económica mundial, lo que se está identificando con una ralentización, se está dejando ya notar en los últimos meses, con subidas mucho más tímidas que en anteriores balances parciales. En cualquier caso se avanza, más despacio, pero se avanza. Y, de cara al verano, hay unas cuantas buenas noticias en forma de rutas nuevas a destinos interesantes: Lyon, Rotterdam, Cagliari, Atenas y Murcia.
Como posible amenaza vuelven a surgir factores externos como la crisis con Irán, que podría disparar el precio del combustible, un ponderable en el mundo de la aviación que determina muchas veces el precio del billete y la respuesta de la demanda.
Por otro lado, tampoco hay que perder de vista al avance de las obras del Tren de Alta Velocidad. No parece que el TAV vaya a llegar a Bilbao en los próximos cuatro años. Este servicio restará un buen bocado de clientes al avión, pero no acaba de ser una realidad. Uno de los hándicaps de 'La Paloma' está relacionado directamente con la conexión con Madrid, la más utilizada pero también en la que hay más quejas por los altos precios y la escasa oferta a determinadas horas del día. La directora de Loiu, Cristina Echeverría, ya lo demandó hace unos meses en una reunión con empresarios: «Nos merecemos una conexión con Barajas con más oferta y precios más bajos». Y en ese cometido anda trabajando tanto Aena como las autoridades vascas: en la búsqueda de una tercera compañía que compita con Iberia y Air Europa, sobre todo ahora que las dos piensan en fusionarse.
Por último, está también por despejar la incógnita de la ampliación que no llega. Aena sigue trabajando en el diseño de la futura terminal, pero aún no hay nada concreto. Este año empezarán las obras del bloque técnico. Durarán dos años y esto permitirá abrir más espacio en un aeropuerto que tenía como capacidad máxima 4,5 millones cuando se estrenó en 2000 y que luego ha ido creciendo con sucesivas mejoras hasta los 5,6, según el documento de planificación DORA. Esa cifra acaba de ser rebasada ampliamente.
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