Adjudican por 14 millones la solución 'provisional' para el sistema anticolisión del metro

En realidad, la empresa gala ha sido la única que se ha presentado al concurso, que se ha resuelto en apenas dos meses. Ninguna otra compañía se ha postulado para actualizar unas herramientas que son fabricadas por la misma Alstom. Esta inversión surgió, precisamente, de la petición de la marca francesa.

En octubre pasado, la mercantil remitió al metro una misiva en la que presentaba las conclusiones de «un análisis pormenorizado del estado de obsolescencia del sistema y sus componentes». En esta carta, los ingenieros galos advertían de que había varios dispositivos de su catálogo que «habían dejado de industrializarse» y que se consideran «componentes críticos para la seguridad ferroviaria». En este contexto la empresa apuntaba a que determinados circuitos electrónicos «han quedado obsoletos y no tenemos la capacidad de ofrecer servicios de soporte de producto, así como tampoco repuestos o reparaciones». En otros casos solo se garantizaban los arreglos hasta 2028. En esta línea alertaban de que la tasa de fallos podría crecer, al estar estos elementos al final de su vida útil.

Metro Bilbao está inmerso en un proceso importante de modernización. Se van a comprar nuevos trenes y se quiere cambiar la señalización y otros aspectos relevantes de su funcionamiento. Se van a invertir 736 millones. El problema es que esa transformación es compleja y no llegará de forma inminente, sino que es un proyecto a largo plazo. De hecho se está comenzando a gestar y no será una realidad hasta bien entrada la próxima década.

Por este motivo, el CTB se ha visto forzada a destinar ahora estos 14 millones para que el suburbano siga funcionando con la seguridad de la que hace gala desde sus orígenes. El nuevo contrato de actualización tiene un plazo de 40 meses y garantizará la operatividad de los sistemas hasta, al menos, 2035.