El acusado charla con su abogado en la primera sesión del juicio con jurado que se sigue contra él en la Audiencia vizcaína. Miguel Toña

El acusado del crimen de San Ignacio fue detenido gracias a una pulsera cometa

La Ertzaintza recogió en la vivienda un tenedor partido y un cuchillo «con el filo doblado e impregnado con sangre» de la víctima y ADN del acusado

Martes, 25 de abril 2023, 12:22

Esteban P. y Ángel C. eran amigos. «Hasta se hacían regalos», explican los familiares de la víctima en el pasillo de los juzgados donde se juzga al primero por asesinar de más de veinte puñaladas al segundo. Llevaban tres meses viviendo juntos en las habitaciones de una «pensión», ubicada en la calle Pintores de Arrúe del barrio bilbaíno de San Ignacio. Pero el 22 de octubre de 2021, a Esteban, que según los informes podía tener alteradas sus facultades por su impulsividad conductual, «se le cruzó el cable». Según otro de los inquilinos de la vivienda, ambos habían mantenido una discusión por una deuda de 20 euros «por unos ajos», que el acusado le reclamaba a la víctima.

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Un vídeo grabado por un móvil, que se exhibió en la primera sesión del juicio con jurado que se sigue en la Sección Segunda de la Audiencia vizcaína, refleja que sobre las 20.00 horas, el acusado llamó con los nudillos a la puerta de la habitación de Ángel y cuando éste le abrió, comenzó a acometerle con un cuchillo de cocina que llevaba en una mano y con un tenedor en la otra en la zona del tórax. En total, le asestó más de 20 cuchilladas, según el escrito de calificaciones provisionales de la Fiscalía.

Cuando el herido yacía en el suelo, Esteban cerró la puerta y le golpeó con ella en la cabeza. El acusado reconoció por primera vez los hechos al comienzo de la vista oral. En la sesión de hoy ha declarado uno de los agentes de la Ertzaintza que participó en su detención. El agente ha reconocido que la pulsera cometa GPS que el sospechoso llevaba «por un episodio de violencia de género» ayudó a su localización. «Nos facilitó dar con él», ha dicho. Cuando le arrestaron, estaba «tranquilo» y admitió que «había tenido un altercado con un cuchillo». La víctima falleció tres días después en el hospital de Cruces, donde había ingresado en estado de coma.

«Muy vivo y alegre»

Se da la circunstancia de que Esteban había salido recientemente de prisión tras cumplir condena por otro homicido cometido en 2006 por el que fue condenado por la Audiencia provincial de Madrid.

Los ertzainas que realizaron la inspección ocular recogieron en el hall de la vivienda el tenedor partido y el cuchillo «con la punta doblada e impregnado de sangre», instrumentos con los que se había cometido la agresión mortal. Agentes de la Policía Científica de la Ertzaintza que realizaron el análisis de ADN de las muestras de restos biológicos recogidas en la escena han confirmado que en el filo del cuchillo se detectó perfil genético tanto de la víctima como del acusado, lo que confirmaría su implicación en el ataque.

Una hermana, una cuñada y otros familiares de la víctima han asistido entre el público al juicio. «Ángel tenía 63 años, pero 30 de espíritu. Era muy vivo y alegre. Nos han llevado a la alegría de la casa», se duelen, indignados por el hecho de que el acusado ya haya cumplido condena por otro homicidio y hubiera quedado en libertad.

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