Borrar
Un patinete circula por una acera de la Gran Vía de Bilbao. borja agudo
«La acera es del peatón, no del patinete»

«La acera es del peatón, no del patinete»

A la espera de que la DGT regule la proliferación de estos vehículos, Bilbao se decanta por alejarlos del viandante

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 7 de febrero 2019, 00:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las calles de Bilbao ya no son terreno exclusivo para los coches, peatones, motos y bicicletas. Han aparecido nuevos y modernos vehículos, como los patinetes, cuyo uso aún no está regulado, que afectan a la movilidad en la ciudad y que generan situaciones de peligro. Mientras la Dirección General de Tráfico (DGT) desarrolla la norma marco para clasificar estos aparatos y acotar su utilización, que luego debería adaptarse en cada ciudad por los ayuntamientos, Bilbao parece decantarse ya porque este tipo de vehículos estén separados de los viandantes.

«No puede ser que un patinete con motor y asiento, como he visto, vaya por la acera», advirtió ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Tomás del Hierro, durante la presentación del balance de seguridad vial de 2018. Según la actual ordenanza de Espacio Público, en cuyo diseño participó Del Hierro, las bicicletas y los patinetes deben circular «por vías habilitadas al efecto». «Si van por la acera –matizó– tienen que ir al paso de una persona. Hay una serie de restricciones que no se están cumpliendo», aseguró. «La gente joven ya los está utilizando mientras que el impacto de los automóviles tradicionales en las ciudades se está reduciendo».

En la misma línea se pronunció el jefe de la Unidad de Tráfico de la Policía Municipal de Bilbao, José Julio Zamanillo. «La acera es dominio de los peatones, entre los que puede haber personas vulnerables, con discapacidad visual... y el patinete, que no hace ruido, representa un peligro. No puede ir por la acera», aseveró.

En 2018, año en el que entró en vigor la reducción de la velocidad a 30 en algunas zonas de Bilbao, aumentaron los accidentes en general, de 1.583 en 2017 a 1.624 en 2018, lo que representa un 2,6% más. Se debe a que crecieron los golpes de chapa, porque los siniestros con heridos (728) y los atropellos (155) se redujeron un 10 y un 7%, respectivamente. Sólo se produjeron 36 heridos graves y un accidente con una víctima mortal. Ocurrió el pasado noviembre cuando Irene, una ciclista de 46 años, murió tras ser arrollada por un camión al girar en la calle Autonomía.

«Hace unos años no había conciencia de que el coche podía convertirse en un arma mortal. Cada vez se respetan más las normas, pero tenemos que seguir trabajando con el objetivo, que puede ser una quimera, de que la cifra de fallecidos y accidentes sea cero», insistió el edil. «Nuestra obsesión es preservar la seguridad de las personas, prevenir y concienciar», añadió el mando policial.

En su contexto

  • 5.938 conductores fueron sancionados por los radares por conducir a más velocidad de la permitida, lo que representa un 0,18% de los más de tres millones de vehículos detectados.

  • Jóvenes infractores El 23% de los detenidos o imputados por delitos contra la seguridad vial en Bilbao tenían entre 19 y 30 años, seguidos por la franja de 41 a 50 años (15%).

  • 406 pruebas de alcohol y drogas se practicaron a conductores implicados en accidentes. 88 de ellos dieron positivo. En 136 siniestros, la causa determinante fue el alcohol o las drogas.

  • Controles El año pasado se realizaron 104 controles preventivos y 1.593 pruebas en fines de semana y festivos. 33 conductores dieron positivo de alcohol y sólo cinco, de drogas.

El «factor humano»

«Detrás de cada accidente se encuentra el incumplimiento de la norma». Tanto Del Hierro como Zamanillo apelaron al respeto a las señales como principal medida para reducir la siniestralidad. El «factor humano» está detrás de muchos percances de tráfico. Entre las causas de los accidentes destacan las maniobras al aparcar, las distracciones del conductor, algunas relacionadas con el teléfono móvil o el GPS, no respetar la distancia de seguridad, velocidad inadecuada o el alcohol.

Los principales puntos negros de la ciudad, que suelen repetirse año tras año, se sitúan en Santo Domingo (BI-631), la calle Autonomía, la avenida Zumalakarregi, que sin embargo lleva años con radares y sin víctimas mortales, la Gran Vía, la calle Gordóniz, en Rekalde, Lehendakari Aguirre, en Deusto, Juan de Garay y la avenida Miraflores.

Además de interponer sanciones, la Policía Municipal de Bilbao también ofreció formación en seguridad vial a 5.500 escolares de entre 9 y 13 años, que cursan 5º y 6º de Primaria, y participó en 38 campañas para concienciar a la población contra el consumo de alcohol y drogas al volante y el exceso de velocidad o el uso del cinturón, una asignatura que parece ya «aprobada» por los bilbaínos, «salvo en los asientos traseros».

El 74% de los atropellos son culpa del coche

El 74% de los 155 atropellos que se registraron en 2018 en Bilbao fueron responsabilidad del conductor y el resto, aproximadamente un tercio, del peatón. Las personas mayores representan el colectivo más afectado por este tipo de accidentes. La explicación, en palabras del concejal Del Hierro, reside en la «falta de capacidades físicas y en que las percepciones sensoriales disminuyen».

El grupo de edad de 60 a 79 años es el que sufrió más atropellos el año pasado. «Los viandantes tienen que ser respetados, pero también tienen que cruzar la calle por los pasos habilitados y no por cualquier sitio». La inmensa mayoría, un 59%, se registraron en una vía recta, y un 35,5% en una intersección. «El uso de las nuevas tecnologías, como el móvil, constituye una distracción y un riesgo». En este sentido, el jefe de la unidad de Tráfico recordó que lo que se sanciona «no es sólo hablar por el móvil, sino el uso, leer un whatsapp o mirar el calendario porque tengo una reunión». «Si circulamos a 50 kilómetros por hora y dejamos de observar la carretera, recorremos 28 metros sin adoptar ningún tipo de precaución. Puede irrumpir en ese momento un peatón y que no le veamos», advierte.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios