Bildu se queda solo con los 'ongi etorris'

Los populares optaron por esta postura al considerar que debería ir un paso más allá. La iniciativa del PP defendida por Carlos García que dio pie al debate. Lo que pedía es que se modificase la normativa de espacio público para «evitar las infamias» que suponen los 'ongi etorris'. Es decir, dotar a Bilbao de un arma legal para poner cortapisas a este tipo de actos, rechazados de plano por todos los grupos menos por EH Bildu. El alcalde Aburto argumentó que el Ayuntamiento nunca ha autorizado ningún acto de homenaje a ningún preso de ETA. «Si pudiera impedir los 'ongi etorris' lo haría, pero no nos corresponde, y modificar la ordenanza de espacio público no va a cambiar nada», defendió.

La portavoz jeltzale, Nekane Alonso, admitió que este tipo de actos «avergüenzan a cualquier sociedad decente», son «éticamente rechazables», y sólo causan «más dolor a las víctimas». El socialista Alfonso Gil, que ha sufrido recientemente en su casa ataques de los radicales, apuntó que estamos ante una cuestión de «humanidad, no de legalidad. Alguien que ha matado no puede ser recibido con vítores». Por parte de Elkarrekin Podemos, Ana Viñals dijo que «es fácil» entender el dolor que se sigue causando a las víctimas, y que «ninguna normativa va a convencer a nadie de que matar está mal, ahora y siempre».

Jone Goirizelaia, portavoz de EH Bildu, hizo un recuento de los presos encarcelados en prisiones españolas y francesas, pidió acabar con la política de dispersión, relató el drama que para muchos niños supone viajar para visitar a sus padres encarcelados, y defendió que las víctimas del GAL también tienen derecho a la reparación.