Aburto anima a la Diputación a cambiar de opinión y financiar el TAV en Bilbao
Recuerda que la nueva infraestructura mejorará la conectividad no sólo de la ciudad, sino «del entorno». «Es un proyecto por el que merece la pena apostar»
Ya en 2016 la Diputación de Bizkaia era muy clara: decía que no iba a participar en la financiación del soterramiento del TAV ... en Bilbao. «No es nuestro proyecto, no hay ningún motivo para que soportemos una carga adicional», despachaba el asunto, hace casi tres años, el juntero nacionalista Mikel Bagan durante un Pleno en Gernika. Desde entonces el mensaje foral siempre ha sido el mismo. Al menos, las pocas veces que se ha pronunciado, porque el asunto incomoda. Y es normal que incomode porque el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Bilbao, también en manos del PNV, sí van a poner dinero y no pierden la esperanza de que las arcas forales arrimen el hombro.
Ahora estamos en un momento crucial, en el que hay que empezar a concretar, porque el martes, al fin, Fomento aprobó el estudio informativo que diseña la entrada del TAV en Bilbao. Un paso necesario y fundamental que da credibilidad al proyecto. Y sólo un día después, ayer, el alcalde, Juan Mari Aburto, volvió a animar a su «amigo» Unai Rementeria a implicarse en la obra.
Lo hizo de manera sutil pero inequívoca. «Este no es un proyecto de Bilbao, es un proyecto de país, de territorio, que va a mejorar la conectividad no sólo de la ciudad, sino del entorno», respondió durante una entrevista en la cadena Ser a una pregunta sobre si la Diputación debería hacerse cargo de parte de la factura. «Es un proyecto por el que merece la pena apostar», señaló.
De hecho, el alcalde recordó que la colaboración del Consistorio con la Diputación es muy estrecha en otros ámbitos, como el futuro Nagusi Intelligence Center o el Museo Vasco. Incluso recordó que en la intermodal de Abando «habrá un espacio para Bizkaibus», lo que podría resultar un acicate para que se implicase la Administración foral. En todo caso, Aburto evitó tensar más la cuerda y zanjó que será la Diputación quien deba pronunciarse. ¿Y qué dice ella? Desde el gabinete de Unai Rementeria rechazaron ayer valorar las declaraciones del alcalde. Una ausencia de movimientos que no parece augurar cambios de postura, al menos de buen grado.
El asunto de la financiación es muy importante porque estamos ante una obra colosal. La construcción de la estación de Abando, el soterramiento de las vías y el túnel de seis kilómetros que unirá el corazón de la capital con Basauri costarán 767 millones de euros. El acuerdo actual es que Fomento financiará el 50%, y la otra mitad la asumirán las instituciones vascas. En concreto, el Ejecutivo autónomo y el Consistorio bilbaíno que, claro, querrían tener a alguien más con quien compartir esfuerzos.
Otros casos
Al fin y al cabo, en Vitoria es así. En la Sociedad de Integración del Ferrocarril de la capital alavesa sí participa la Diputación de aquel territorio. Aunque estas cosas -la participación o no de ciertas administraciones en según qué proyectos- a veces son difíciles de entender. Por ejemplo, en la construcción del metro de Bilbao no participó el Ayuntamiento y la obra fue íntegramente sufragada por el Ejecutivo vasco y la Administración foral.
En todo caso, el Gobierno central ya ha dado el paso esencial para arrancar, quizás a finales del año que viene, una década de trabajos. Pero aún está pendiente que las instituciones vascas, todas en manos del PNV, decidan cómo pagan ese 50% que les corresponde.
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