40 de las 6.000 mujeres víctimas de malos tratos llevan escolta policial en Euskadi
El sistema de valoración de riesgo de violencia de género de la Ertzaintza se conecta con el del Ministerio de Interior para mejorar la eficacia
Yanely Gonzales, peruana de 31 años, es la última víctima de la violencia de género en Euskadi. Su novio, Pablo V.C., de 34 ... años, con quien mantenía una relación desde hacía 12 años, la mató con unas tijeras poco después de recibir el alta en el hospital de Basurto adonde había acudido por un posible brote psicótico, en la madrugada del pasado 12 de septiembre. Le habían acompañado a Urgencias de Psiquiatría, donde le dieron el alta, la propia Yanely y sus padres, que dejaron a la pareja en su piso recién estrenado en la calle Ortutxueta de Bilbao, mientras ellos iban a aparcar el coche. Cuando regresaron, su hijo ya había cometido el crimen.
La Ertzaintza no tenía ninguna denuncia por malos tratos de esta pareja. Yanely no había solicitado nunca protección policial, como sí lo hicieron las 6.019 mujeres que la tienen en la actualidad en el País Vasco, según los datos facilitados ayer por el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco. Más de la mitad de ellas, 3.800 fue por orden judicial y el resto, por la evaluación realizada por la Ertzaintza.
Desde hace dos meses aproximadamente, la lucha contra el maltrato se ha reforzado con la interconexión entre el sistema de valoración de riesgo de la Ertzaintza, el Emakumeen eta Etxekoen Babesa (EBA), y el del Ministerio de Interior, VIOGEN-2, una vieja demanda social. De esta forma, cuando algún ertzaina teclea el DNI de la víctima o del agresor en su base de datos, le saltaría una alerta en caso de que figure en los expedientes de la Guardia Civil, Policía Nacional, Mossos d'Esquadra y algunas policías locales integradas.
4 niveles de riesgo
Ambos cuestionarios incluyen una serie de items o preguntas que se le realizan a la víctima para predecir una posible agresión a futuro y de esta manera clasificar el riesgo según 4 niveles (básico, moderado, alto y especial) en base a los cuales se asignan las medidas de protección adecuadas. Tras el asesinato de Maialen en Vitoria en mayo de 2023 a manos de su pareja, que la siguió desde Valencia pese a tener prohibido acercarse a ella por riesgo grave, se evidenciaron lagunas, además de errores humanos, en la protección a las mujeres.
40 mujeres representan los casos más graves en la comunidad autónoma y llevan el grado más alto de defensa, la escolta policial permanente o puntual, 22 en Bizkaia, 9 en Gipuzkoa y otras 9 en Álava. En un escalón por debajo, la Policía autonómica ofrece un servicio de contra vigilancia a 239 mujeres, 127 en Bizkaia, 82 en Gipuzkoa y 30 en Araba, con patrullas que pasan delante de su domicilio o su puesto de trabajo.
Otras 217 mujeres disponen de la aplicación tecnológica bortxa (76 en Bizkaia, 59 en Gipuzkoa y 82 en Araba), que les permite contactar con la comisaría de manera directa en caso de amenaza. 135 hombres llevan pulsera de geolocalización por orden judicial controlada por la Ertzaintza: 46 en Bizkaia, 54 en Gipuzkoa y 35 en Araba.
Más violencia sexual
La Ertzaintza ha recogido en 2024 3.815 casos de violencia contra la mujer ejercida por la pareja o expareja, lo que supone un aumento del 6,89% con respecto al año anterior. De ellas, la mayoría son malos tratos habituales físicos, injurias, vejaciones y lesiones, seguido de los delitos contra la libertad como amenazas, coacciones, o acoso. El segundo principal entorno en el que se dan las agresiones a mujeres es en el hogar (violencia intrafamiliar, excluyendo la pareja o expareja) donde se han dado 903 casos en lo que va de año, un 8,01 % más que el año anterior.
También se aprecia un crecimiento en la comparativa de los periodos 2024 y 2023 en el ámbito de los delitos contra la libertad sexual. Se han dado 550 casos frente a los 474 del año anterior, un 16,03% más.
En todas las comisarías de la Ertzaintza hay equipos que se dedican única y exclusivamente a atender a las víctimas de estas violencias, pero, además, cada agente de protección ciudadana dedica una parte de su jornada a seguimiento de los casos de violencia contra las mujeres de su demarcación.
Cada vez que se detecta un nuevo caso, se abre un expediente informático. Desde ese momento, con independencia del nivel de riesgo, e incluso de la posible resolución judicial del caso, la Ertzaintza protege a la víctima. Cada expediente aglutina cronológicamente todo el historial, como entrevistas, denuncias u órdenes judiciales. Además de mostrarles un vídeo sobre auto protección, las víctimas reciben llamadas telefónicas periódicas del agente encargado de su caso.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión