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Imagen de la salida en la Bilbao- Bilbao.
Consejos básicos para sobrevivir a los 115 kilómetros en bici de la Bilbao-Bilbao

Consejos básicos para sobrevivir a los 115 kilómetros en bici de la Bilbao-Bilbao

La marcha cicloturista más popular entre las que se celebran en Bizkaia, que cuenta con el patrocinio de EL CORREO, espera este año más de 8.000 participantes

Bruno Vergara

Miércoles, 15 de marzo 2017, 00:39

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La Milán-San Remo es la clásica por antonomasia para el ciclismo mundial. Es la Classicissima. Una gloria infinita para el triunfador en via Roma. Bizkaia disfruta de su propia Classicissima. La Bilbao- Bilbao, que tendrá lugar el próximo domingo 19 de marzo, un día después de la carrera italiana. La prueba cicloturista patrocinada por EL CORREO, que cumple este año 29 ediciones, atraerá a las carreteras del territorio más de 8.000 bicicletas, que se medirán una vez más al tradicional recorrido de 115 kilómetros.

Antes de empezar la prueba, es básico recordar unos aspectos fundamentales para afrontar con garantías la Bilbao-Bilbao. No hay que ser un ciclista experimentado, pero sí estar acostumbrado a dar pedales. «Con unos 1.500 kilómetros previos es suficiente», explica el preparador físico de Zuok Sport, Iñigo Urretxua, quien quiere dejar claro que «es fundamental» realizar un reconocimiento médico «en condiciones, uno que te lleve al máximo, siempre y cuando el médico no diga lo contrario». En este tipo de marchas hay gente de todas las edades, y «es posible que alguno tenga una cardiopatía», afirma. En este sentido, Urretxua aclara que «puede que no se detecte siempre, pero puede evitar sustos».

Tras realizar la base de entrenamiento previo, toca poner a punto la bicicleta. «Lo más importante es revisar el dibujo de las cubiertas o tubulares», explica Tomás Amezaga, uno de los mecánicos del Movistar Team. Tampoco hay que olvidar los frenos y los cambios. «Puede que parezcan que están bien, pero es aconsejable que los revisen en una tienda», subraya.

El día previo a la prueba y tras ver a los 'gallos' del pelotón internacional en televisión, toca mirar la previsión meteorológica para preparar la bicicleta y la ropa a escoger. En el caso de que den lluvia, «es mejor echar grasa a la cadena», afirma Amezaga, quien aclara que «con grasa, la película que queda es más fuerte y no se va con el agua». Sin embargo, si el día es seco, con una capa de spray «basta», ya que con el otro lubricante «la suciedad se acumula». Asimismo, es conveniente preparar la bolsa-que podemos colocar debajo del sillín- para posibles averías. En ella hay que introducir un par de cámaras, parches, un 'pin' para cerrar la cadena, un kit pequeño multiherramienta, bombonas de recarga o inflador y desmontables. En caso de no saber arreglar un pinchazo, casi si siempre hay un alma caritativa que parará en la cuneta para ayudar. «Los tutoriales de Youtube son muy recomendables», sostiene el mecánico del Movistar.

Si llueve

En caso de una jornada con meteorología adversa hay que estar bien equipado. No vale con unas zapatillas y una sudadera. Lo indispensable es: unos botines (cubrebotas), un culotte largo, camiseta y chaquetilla térmica. Asimismo, un chubasquero y unos guantes. «El impermeable lo podemos utilizar también en las bajadas», explica Txarli, gerente de la tienda de bicicletas Uribike-UBK de Sopela, quien subraya que es «importante que la ropa transpire bien». En caso de que la lluvia de una tregua, es recomendable llevar «ropa desmontable», como perneras, manguitos y chaleco, para «ir jugando con ella» según avance la mañana, ya que por la mañana hará frío. Y lo que no hay que hacer nunca: plantarse en la salida con ropa a estrenar. Es sinónimo de rozaduras aseguradas.

Para los que están inquietos antes de una cita deportiva, siempre hay tareas que hacer. Por ejemplo, la comida para los avituallamientos. Un sandwich de jamón con philadelphia, plátano, un puñado de frutos secos y unos trozos de manzana. «Que esté pelada para evitar gases», advierte Urretxua. El preparador de Zuok Sport expone cómo debe ser la cena la víspera a la prueba. «Un plato de pasta (sin salsas) con una guarnición de verdura es suficiente. No debe ser muy copiosa», aconseja, a la vez que subraya «evitar» mucha fibra, ya que «puede mover el estómago».

El día D ha llegado. El 19 de marzo toca madrugar un poco, ya que la prueba comienza a las 8 de la mañana. El desayuno, unas dos horas y media antes, debe ser rico en hidratos de carbono (avena, unas tostadas...) con algo de proteína (tortilla francesa). «Que sean alimentos a los que el cuerpo esté acostumbrado, que no hagan experimentos», advierte Urretxua.

La salida en la Bilbao- Bilbao es escalonada. Entre las 8 y las 9 horas, en tramos de quince minutos, partirán del Puente de Deusto miles de ciclistas. En los primeros kilómetros, al ser llanos, el pelotón coge bastante velocidad, por eso «hay que estar muy atentos y no realizar quiebros raros hasta que el grupo se estire», aconseja Urretxua, que también tiene una dilatada experiencia de cuando fue corredor amateur en el Olarra- Erkoreka. Sugiere «no frenar con brusquedad y señalizar cada vez que nos queramos mover de una parte a otra en el pelotón». Además, los participantes deben recordar que la carretera no estará totalmente cortada en ambos sentidos, por lo que los ciclistas tendrán circular siempre por la derecha, sin invadir el carril contrario.

El pelotón multicolor discurrirá por la Margen Derecha de la ría. Erandio, Astabudua, Leioa... «En estos puntos hay que tener cuidado con las rotondas», expone Urretxua. Asimismo, da unas pequeñas pautas de cómo y cuándo comer en una prueba que puede durar cinco horas. En cuanto a la hidratación, un bidón con sales y otro con agua, de los cuales hay que beber cada 20 minutos aproximadamente, alternando uno con otro. «No esperar a tener sed y realizar un trago largo. Eso nos hincha la tripa», advierte.

En cuanto a la alimentación sólida, el plátano, o la manzana preparada en la víspera se puede comer cada hora. Un buen momento puede ser tras el repecho de Barrika para afrontar con fuerzas la subida a Andrakas. Por la zona a previa al castillo de Butrón, en la zona llana, y antes de comenzar Unbe, es conveniente echar mano al maillot en busca de provisiones. El avituallamiento de la organización está sobre el kilómetro 60, en el parque tecnológico de Zamudio. «Luego viene lo más duro, Artebakarra, Gerekiz y Morga», sostiene Urretxua. Son repechos y puertos llevaderos, aunque la dureza, ya se sabe, depende de la velocidad a la que se vaya. «Si se quiere afrontar los dos últimos puertos (Gerekiz y Morga) con chispa, un gel, que tiene algo de cafeína, habría que tomarlo por Mungia», explica. Dará «un pico de glucemia durante media hora». El preparador físico de Zuok es poco partidario de la ingesta de este tipo de suplementos, ya que «indigesta mucho».

Tras realizar el último gran esfuerzo en Morga, como si del alto del Poggio de la Milán- San Remo se tratara, los ciclistas emprenderán la bajada hacia Galdakao y Bilbao. Unos kilómetros llanos de relax, sin complicaciones orográficas. En la línea de meta de via Roma de San Remo solo hay un triunfador que toca la gloria. En la Bilbao- Bilbao, la Classicissima vizcaína, hay miles, todos son ganadores.

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