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Los avisos de emergencias rurales, a un móvil

Los avisos de emergencias rurales, a un móvil

Malestar en la plantilla de Base Gorria de la Diputación por el cierre intermitente, por primera vez en su historia, de la sede que coordina los incendios forestales

Josu García

Martes, 27 de diciembre 2016, 00:39

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Base Gorria, el cuartel general de la Diputación que coordina desde Lezama las emergencias en el medio rural en Bizkaia, había permanecido abierto todas las horas y todos los días del año desde su puesta en marcha, hace ya más de dos décadas. Siempre en alerta, hasta el pasado 28 de noviembre. Aquella noche, las luces y todos los ordenadores de las instalaciones de Lezama se apagaron por primera vez en su historia y los avisos urgentes se desviaron al teléfono móvil de un trabajador de guardia. Durante casi una semana, hasta el 2 de diciembre, las dependencias permanecieron cerradas en horario nocturno. Una medida que ha generado «un profundo malestar» en la plantilla, que advierte de «una merma en la calidad del servicio» y en la respuesta a imprevistos «de gran importancia», como los incendios forestales o la ayuda a montañeros desaparecidos.

El motivo de que Base Gorria bajara la persiana de forma temporal, algo inédito hasta la fecha, se debe a la falta de personal, denuncia ELA. Para atender el servicio hace falta un mínimo de 13 empleados. Recientemente, se jubiló uno de ellos y ya sólo queda una docena en activo. Su baja no se ha cubierto y la institución foral confirma que «no hay previstas nuevas contrataciones». En esta situación, las fuentes consultadas sostienen que el cierre de la base se volverá a producir, más temprano que tarde. «Es algo inevitable». Las 1.592 horas laborales del funcionario retirado se quedarán en el alero, provocando que «4 semanas de noche, 11 fines de semana y tres festivos, más 50 horas de retén de emergencias al año» no sean cubiertas.

Ante cualquier accidente laboral o enfermedad, «la situación iría a mucho peor», advierten desde el sindicato. Con todo, lo que más preocupa a la plantilla de Base Gorria y a algunos guardas que desarrollan su labor fuera de las instalaciones es que su cierre temporal e intermitente tiene «graves consecuencias» para los ciudadanos.

Afirman que, en caso de urgencia, no es lo mismo recibir una llamada en el móvil que estar en la propia base. «Allí está, a mano y al instante, todo lo que necesitamos», afirma una de las fuentes consultadas. «El celular puede sonar o puede que haya problemas de cobertura», insisten.

La Diputación niega demoras

La instrucción foral es que el empleado de guardia se debe encontrar a no más de 20 minutos de Lezama. «No es la mejor situación», dice ELA. Y pone el ejemplo del voraz incendio forestal de hace un año en Berango. «Si en el momento en el que se declaró el fuego no llega a haber un operario en la base, la superficie quemada habría sido mayor, porque cada minuto cuenta».

La Diputación, por su parte, niega que el tiempo de respuesta se vaya a ver afectado. «En ningún caso, ya que el retén para atender las emergencias está activo y en aquellas fechas también lo hubo. Se le habría comunicado la necesidad de su entrada en funcionamiento con la misma inmediatez que si hubiera habido alguien en Base Gorria», dice un portavoz. La misma fuente sostiene que sólo hubo «dos llamadas» en las noches del 28 de noviembre al 2 de diciembre por ganado muerto y que, en caso de necesidad, «personal se habría desplazado a Base Gorria para atender desde allí la evolución de cualquier emergencia».

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